Nueva York – La Fiscalía de Manhattan anunció este lunes que imputará por falsedad a una mujer blanca que llamó a la policía asegurando que un hombre afroamericano la estaba amenazando en Central Park cuando este solo le había reclamado que le pusiera la correa a su perro, según un vídeo del incidente que se volvió viral y causó indignación por su componente racista.

El fiscal Cyrus Vance dijo en un comunicado que comenzó un proceso por «denuncia falsa de un incidente en tercer grado» contra la mujer, Amy Cooper, quien fue convocada ante un tribunal para octubre para recibir la instrucción formal de los cargos, y además declaró que su oficina busca depurar responsabilidades en este tipo de conductas racistas.

Tras convertirse en la protagonista de un vídeo viral a finales de mayo, Cooper recibió tal lluvia de críticas que fue despedida de su puesto en una importante empresa financiera y tuvo que entregar a su perro a la asociación que facilitó su adopción, acusada de crueldad animal, aunque después pudo recuperarlo.

El encuentro entre Cooper y el ciudadano afroamericano al que acusó de amenazarla, llamado Christian Cooper, fue grabado por este último, que minutos antes le había instado a atar a su perro en seguimiento de las normas de la zona de Central Park en la que se encontraban ambos.

Sujetando a su perro por el cuello mientras se retuerce enérgicamente, Cooper empieza a pedirle que deje de grabar y le dice que va a llamar a la Policía: «Les voy a decir que hay un hombre afroamericano lanzándome amenazas de muerte».

«Estoy en el Ramble y hay un hombre afroamericano con un casco de bicicleta que me está grabando y amenazándome a mí y a mi perro», dice por teléfono la mujer, con una voz cada vez más ansiosa y urgiendo a la Policía a acudir cuanto antes.

Cooper pidió «disculpas públicas a todo el mundo» en los medios y aseguró que no es racista ni «pretendía dañar a aquel hombre de ninguna manera», y agregó que «tenía miedo» y que «cuando estás sola en la Ramble, no sabes lo que está pasando».

El incidente se produjo unos días antes de que comenzaran las protestas antirracistas en EE.UU. en repulsa por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco en Mineápolis, que han llevado a reformas policiales y al reconocimiento social y corporativo del racismo sistémico que impera en el día a día del país.