Intibucá (Honduras) – Mujeres indígenas lencas y campesinas son protagonistas de la defensa del territorio, bienes naturales y derechos en el occidente de Honduras frente a grandes proyectos de construcción o de explotación de los recursos naturales.

Aglutinadas en el Consejo Indígena Lenca de la Comunidad de Lepaterique, departamento de Intibucá, decenas de mujeres que representan a grupos históricamente olvidados luchan contra el despojo de tierras y la desaparición de sus comunidades.

“Los terratenientes poco a poco se han venido apoderando de las tierras desde que nos quemaron las casas el 30 de noviembre de 2012″, afirmó a EFE Mercedes Domínguez, una mujer de la etnia lenca de la comunidad de Lepaterique, Intibucá.

Organizadas desde 2002 para obtener el título de sus tierras, las mujeres luchan desde 2007 contra terratenientes que reclaman parte de sus territorios, lo que ha derivado en problemas judiciales, económicos o de seguridad para estas poblaciones.

Domínguez denunció que los terratenientes están «haciendo una lotificación, vendiendo tierras y haciendo escrituras sobre el título (original)» de los territorios en litigio, alrededor de 104 hectáreas.

Las mujeres reclaman ser las dueñas de al menos 104 hectáreas de tierras en el occidente de Honduras, donde se localiza un bosque poblado por minúsculas plantas de musgos y árboles, conocido como Bosque enano.

REIVINDICACIÓN

Ellas coinciden en que en Honduras no se respeta el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre pueblos indígenas y tribales.

“Ha sido bastante grande la lucha», enfatizó la mujer, que destaca el apoyo que han recibido a través de un programa ejecutado por la organización humanitaria Plan Internacional Honduras con recursos de la Unión Europea (UE).

En marzo pasado, Plan Internacional concluyó en Honduras un programa de formación a defensores de la tierra y el territorio que desarrolló durante 3 años en los departamentos de Intibucá, Santa Bárbara, Lempira, Copán y La Paz, en el occidente y centro del país.

El proyecto «Protegiendo la tierra, defendiendo la vida» capacitó a defensores de la tierra para que puedan «exigir y promover sus derechos de mejor forma» y, en consecuencia, mejoren sus condiciones de vida y transformar sus entornos, dijo a EFE el coordinador del programa de Plan Internacional Honduras, Carlos Cuadra.

El Consejo para el Desarrollo Integral de la Mujer Campesina (Codimca), la Asociación Nacional de Campesinos Hondureños (Anach) y Plan Internacional trabajan en la «reivindicación del derecho a la tierra de las poblaciones campesinas e indígenas», señaló Cuadra.

IGUALDAD DE GÉNERO

Además de sufrir el despojo de sus tierras, las mujeres indígenas y campesinas también tienen las tareas de cocinar o limpiar la casa, ir a buscar agua o leña, lavar ropa y cuidar sus hijos, animales y parcelas, una realidad que perpetúa el ciclo de pobreza y la violencia.

Ante el clamor por más derechos, nace MOB, vocablo indígena que significa Mujer, un proyecto «trascendental» para apoyar la igualdad de género y fortalecer las capacidades de las mujeres, indicó a EFE el embajador de la Unión Europea en Honduras, Jaume Segura.

«Buscamos promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres reconociendo su importante papel en el desarrollo económico, social y cultural del país», destacó el diplomático europeo.

La UE pretende fortalecer la capacidad de las mujeres para que puedan participar en los ámbitos políticos, económicos y sociales en sus comunidades y «tomar decisiones informadas y autónomas sobre su vida y su futuro», añadió.

Europa está comprometida con «apoyar la lucha contra la pobreza y la desigualdad en Honduras», subrayó Segura, quien resaltó que las mujeres campesinas y lencas enfrentan desafíos «únicos y significativos».