Tegucigalpa – Mujeres indígenas y afrohondureñas se declararon este viernes en un estado de «hambruna» y pidieron al Gobierno de Xiomara Castro una «atención especial» y «de emergencia» ante la falta de alimentos, medicamentos y problemas ambientales que les afectan.
«Nos declaramos en hambruna» y necesitamos «atención especial, de emergencia», dijo a EFE la presidenta de la Red de Mujeres Indígenas y Afrohondureñas (REDMIAH), Gloria López.
La petición fue hecha por López durante el octavo encuentro de la Red de Mujeres Indígenas y Afrohondureñas, celebrado en Tegucigalpa.
Según López, las comunidades indígenas y afrohondureñas se mantienen en «sesión permanente y en hambruna», y aseguró que «no podemos soportar que una mujer se muera por desnutrición en estos tiempos».
Sin precisar cifras, López denunció que muchas mujeres embarazadas y niños «sufren desnutrición» en las comunidades indígenas y afrohondureñas.
Por ello, la Red clama por «oportunidades» para mejorar las condiciones de vida de las mujeres que «no tienen acceso a nada».
Al menos 7.000 personas de las 10.000 aglutinadas en la REDMIAH atraviesan una «situación de emergencia» por la falta de alimentos, según las organizaciones.
SALUD DETERIORADA
La escasez de alimentos básicos afecta a la niñez, pues los «más pequeños sufren desnutrición», por lo que López pidió a las autoridades impulsar la continuidad de la entrega de la merienda escolar en los centros educativos.
En opinión de la líder de la etnia lenca, el no acceso a alimentos y la falta de un empleo «deteriora» la salud de las mujeres indígenas y afrohondureñas.
«La gran preocupación es como la salud de las mujeres cada día va más deteriorada», enfatizó López, quien destacó que las mujeres indígenas son de «diálogo, trabajadoras y emprendedoras» y trabajan con «el azadón y la piocha (pico de construcción)».
Lamentó que las mujeres no tengan herramientas de trabajo y recursos para comprar fertilizantes y cultivar las tierras.
Las mujeres pidieron en una declaración promover investigaciones en materia de salud integral en los pueblos indígenas y afrohondureño, incluyendo la salud reproductiva, e impulsar la capacitación del personal de salud en atención a los pacientes sin discriminación y estereotipos.
Además, reconocimiento y respeto de «las prácticas médicas indígenas, la medicina ancestral o tradicional, y que se valore el rol de los médicos indígenas y afro hondureños.
Nedelka Lacayo, representante de los pueblos garífunas (negros), dijo a EFE que en los centros hospitalarios públicos «no hay medicamentos» y faltan personal sanitario para que la población tenga «una atención integral».
Señaló que la sequía ha afectado el cultivo de yuca y por ende la elaboración del casabe, que es considerado un elemento identitario de la cultura y de los hábitos alimenticios de las comunidades garífunas.
«Los fenómenos de la Niña y el Niño y el cambio climático han venido a afectar los cultivos de yuca», subrayó Lacayo, quien aseguró que algunas comunidades garífunas registran problemas alimentarios, por lo que instó al Gobierno a atender a esta población.
La Red solicitó también la aprobación de la Política de Mujeres Indígenas y Afro hondureñas y que se le asigne un presupuesto.
En Honduras existen 9 grupos étnicos que representan el 8 % de los 9,6 millones de habitantes del país centroamericano.