Atlanta (GA) – Diez mujeres que están o que han estado presas en el Centro de Detención de Irwin, en Georgia, interpusieron este jueves quejas ante la junta médica estatal para que le revoquen la licencia al doctor que, denuncian, cometió abusos médicos, incluida la esterilización de varias inmigrantes.
El grupo presentó la queja contra el ginecólogo Mahendra Amin, que atendía a las indocumentadas en la prisión del sur de Georgia y quien enfrenta decenas de acusaciones de inmigrantes que aseguran haber sido sometidas a cirugías innecesarias y muchas veces sin su consentimiento.
«Ellas buscan justicia y estamos pidiendo a la junta médica que le quite la licencia al doctor Amin”, dijo a Efe el abogado Diego Sánchez, de la Southeast Immigrant Freedom Initiative, que forma parte del Southern Poverty Law Center (SPLC), una de las organizaciones que está apoyando a las mujeres en su batalla legal para denunciar al ginecólogo.
Pero estas denuncias “solo rayan la superficie de los abusos de los derechos humanos que son demasiado comunes en las detenciones” del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), aseguró Sánchez.
“Este doctor seguramente no es el único que está haciendo este maltrato con las mujeres. Es un problema del sistema. Queremos justicia por lo que hizo este doctor, pero a la misma vez decir que la agencia que es responsable del cuidado de esas mujeres es ICE y durante los años que ha existido, hemos visto muchísimos tipos de maltratos. Este solo es un ejemplo de eso, de un sistema que fue diseñado para deshumanizar”, expresó el abogado.
“FUE COMO SI ME VOLVIERAN A VIOLAR”
Una de las 10 mujeres que interpuso la queja contra el ginecólogo, quien solo fue identificada como Yanira, describió como “insoportable” el dolor que sufrió cuando fue tratada por el médico en febrero de este año.
“He sobrevivido a la violencia sexual extrema y eso se sintió como si me volvieran a violar. Seguí retorciéndome en la silla. Le dije ‘no’, pero siguió adelante», dijo la inmigrante, de acuerdo con SPLC, que denunció que el doctor le realizó procedimientos médicos invasivos en múltiples ocasiones, incluso después de que Yanira le dijera que todos sus órganos reproductivos habían sido extraídos previamente.
Otra de las inmigrantes recluidas en el Centro de Detención de Irwin, que se identificó como Tatiana, recordó que Amin la examinó “muy rápidamente, unos tres minutos en total, y dijo que necesitaba una operación”.
“Pedí mis registros y los resultados de mis exámenes durante dos meses, pero no los recibí», relató la mujer luego de la cirugía y agregó que cuando finalmente pudo obtenerlos, estos revelaron que en realidad la operación era innecesaria.
Otro de los casos expuestos por SPLC fue el de Doreen, una inmigrante a quien el ginecólogo le extrajo un quiste en mayo de este año y que asegura que el especialista nunca más la volvió a ver para darle seguimiento a la operación y que tampoco recibió las medicinas para el dolor que le fueron prescritas.
VARIAS DE LAS MUJERES YA FUERON DEPORTADAS
De acuerdo con los abogados de la Southeast Immigrant Freedom Initiative, de la decena de mujeres que presentaron este jueves las quejas, tres de ellas ya fueron deportadas, seis permanecen recluidas en la prisión de Irwin, en la remota localidad de Ocilla, y una de ellas fue liberada.
A finales del mes pasado, el Gobierno del presidente Donald Trump acordó suspender de manera temporal las deportaciones de las inmigrantes presas en esa cárcel que denunciaron a Amin luego de que los defensores de las mujeres presentaran un recurso legal ante un tribunal federal.
Según el acuerdo, las mujeres no serán deportadas hasta por lo menos a mediados de enero del próximo año.
Los abogados que representan a las mujeres y varios congresistas que han intercedido por ellas sostienen que hay por lo menos 50 inmigrantes, que están o que han estado presas, que aseguran haber sido “abusadas o maltratadas” por parte del especialista en obstetricia y ginecología, que por su parte ha rechazado todas las acusaciones.
ACUSAN A ICE POR ESCÁNDALO
Azadeh Shahshahani, directora legal de Project South, una de las organización que destapó el escándalo en Irwin, dijo a Efe que “el hecho de que ICE envió a mujeres detenidas a un médico que ni siquiera estaba certificado, después de años de denuncias, demuestra su total falta de atención a la dignidad de las personas bajo su custodia”.
Amin no estaba certificado por la Junta de Obstetras y Ginecólogos de Estados Unidos, según confirmó la institución. La certificación, sin embargo, es voluntaria.
“ICE debe ser desmantelado”, agregó Shahshahani, cuya agrupación presentó en septiembre una queja formal ante la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional sobre lo que había sido testigo Dawn Wooten, una enfermera que trabajó en esa cárcel que asegura que se estaban practicando cirugías ginecológicas “innecesarias” y sin el consentimiento de las pacientes.
Efe intentó contactar al abogado de Amin, pero hasta la publicación de esta información no había respondido.
Anteriormente, Scott Grubman, el representante del ginecólogo, rechazó «categóricamente” las denuncias en contra de su cliente, quien dijo que es “un médico muy respetado que ha dedicado su vida adulta al tratamiento de una población de alto riesgo y desatendida en las zonas rurales de Georgia”.