Guadalajara (México) – Las efectos que trae consigo la obesidad, como el alto nivel de insulina y las alteraciones hormonales, tienen una estrecha relación con trastornos de fertilidad en las mujeres, dijo este viernes Romelia Palos López, del Hospital Civil de Guadalajara, en el oeste de México.
En su ponencia dentro del XXI Congreso Internacional Avances en Medicina (CIAM), Palos López señaló que los casos de infertilidad son tres veces más frecuentes en mujeres obesas y también es mayor el tiempo necesario para lograr un embarazo, con o sin terapia de reproducción asistida.
El problema se debe a que con la obesidad hay un aumento de tejido graso, especialmente visceral (a nivel abdominal), que promueve los altos niveles de insulina y en la hiperproducción de andrógenos, lo que en conjunto altera el ciclo ovárico y, por tanto, la fertilidad.
Estas alteraciones afectan también el ciclo endometrial, lo que dificulta que ocurra un embarazo debido a que el endometrio no tiene las condiciones favorables para albergar un embrión.
Otras afecciones que produce la obesidad a nivel endocrinólogo son las alteraciones de ciclos menstruales y las complicaciones obstétricas, e incluso, favorece los abortos espontáneos debido a la baja calidad del embrión.
En los casos de mujeres obesas que requieren terapia de reproducción asistida, es necesaria una mayor cantidad de medicamento y de tiempo de estimulación, además de que el número de óvulos y su calidad serían menor.
En tanto que los hijos de mujeres obesas podrían tener predisposición genética a padecer sobrepeso u obesidad y heredar tejido graso hasta en un 30 %.
La especialista explicó a Efe que la obesidad es «el centro para que todas las alteraciones se den», es decir, «al tener obesidad se podría hablar de aumento de la insulina por la resistencia a ésta, lo que disminuye la ovulación y así la probabilidad de embarazo».
Además resaltó que los trastornos de fertilidad no son exclusivamente problemas para lograr un embarazo, sino de salud en general, pues las hormonas trabajan en conjunto: «cuando una se altera, se alterar todas para tratar de compensar el funcionamiento del organismo», indicó.
Sin embargo, cuando no se logra la estabilidad hormonal y de todo el organismo aparecen las manifestaciones clínicas de enfermedades.
Por ello, recomendó el cuidado de la alimentación y actividad física, como eliminar de la dieta diaria las harinas y productos con alto contenido de azúcar, con el fin de reducir el Índice de Masa Corporal (IMC) que por arriba de 26 puntos se asocia con problemas de fertilidad.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino (ENSANUT 2016), en México el 75,6% de las mujeres mayores de 20 años vive con sobrepeso u obesidad, lo que podría significar la existencia de problemas endocrinólogos.