Chicago – El Museo Nacional de Arte Mexicano de Chicago inaugura hoy varias exposiciones conmemorativas del Día de los Muertos, que rinden homenaje a las víctimas de la matanza de Tlatelolco, a las de los terremotos de 2017 e incluso a las del tiroteo de la escuela secundaria de Parkland (Florida).
En las muestras organizadas este año por el museo con motivo de esa conocida tradición mexicana participan 75 artistas, tanto locales como de México.
Una de ellas es «México 68 no se olvida; Recordando la masacre de Tlatelolco», exhibida en la galería Rubin y Paula Torres desde hoy y hasta el 20 de enero de 2019, que consiste en obras de arte y fotografías en blanco y negro de esa época, así como también una cronología de los trágicos hechos que costaron la vida a 135 estudiantes.
Para esta exposición, el artista mexicano Rodrigo Lara creó una serie de objetos en cerámica, como zapatos, mochilas, libros y ropa, que quedaron desperdigados por la Plaza de las Tres Culturas de la capital mexicana, escenario de la matanza.
La exposición presenta también un «tzompantli» (estante prehispánico) hecho con cráneos, obra de Salvador Pizarro.
«La mayoría de la gente hispana en Estados Unidos no sabe nada sobre los hechos ocurridos en Tlatelolco en 1968», dijo a Efe Cesáreo Moreno, curador de la exhibición junto a Dolores Mercado.
Otra de las exposiciones es «Día de Muertos. Un legado espiritual», abierta hasta el 9 de diciembre y enfocada en la creencia prehispánica de que los difuntos viajaban a otros niveles de vida hasta llegar al Mictlán, el lugar de reposo de las almas.
Esta muestra incluye lo que se conoce como una «tumba de tiro», en las que el difunto era rodeado de ofrendas.
«Nuestros ancestros prehispánicos hacían ofrendas para despedirlos, hoy en día hacemos ofrendas para los difuntos que regresan en el Día de Los Muertos,» destacó Moreno.
En otras salas hay muestras de altares y ofrendas de Huaquechula, Puebla, Pátzcuaro, Michoacán y, México.
En otro espacio, la artista Lorena Ramírez Quiroz dedica una serigrafía a los fallecidos en el terremoto del año pasado en la Ciudad de México y «a los ciudadanos que fueron a rescatar a las víctimas,» precisó Moreno.
Los visitantes también pueden ver la ofrenda que Manuel y Patricia Oliver crearon para su hijo Joaquín Oliver, una de las 17 víctimas del tiroteo perpetrado por el joven Nikolas Cruz en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas el pasado 14 de febrero.
«Es admirable que estos dos padres hispanos hayan tomado la causa de la antiviolencia y contra las armas de fuego y hayan dedicado sus vidas a este esfuerzo,» señaló Moreno. EFE