Escritora brasileña Nélida Piñón.

Madrid – El Gobierno español concedió este martes la nacionalidad por carta de naturaleza a la escritora brasileña Nélida Piñón, la periodista y activista mexicana Lydia Cacho, el autor teatral y actor argentino Óscar Martínez y la hija de una mujer dominicana asesinada en España.

También se otorgó a una menor de origen marroquí víctima de malos tratos; al periodista e hispanista de origen británico William D. Chislett y la jugadora de ajedrez de origen georgiano Ana Matnadze, que vive en Barcelona desde 2004 y ya representa a España en competiciones internacionales.

Según un comunicado oficial, el Ejecutivo autorizó las siete concesiones de nacionalidad por carta de naturaleza a propuesta de la ministra de Justicia, Pilar Llop, un procedimiento discrecional cuando concurren en la persona interesada «circunstancias excepcionales que lo justifican».

Nélida Piñón, premio Príncipe de Asturias de las Letras, es una de las más prestigiosas escritoras en lengua portuguesa, y tiene estrecha relación con España, ya que sus padres y abuelos fueron emigrantes originarios de la región de Galicia (noroeste español), argumentó el Ministerio de Justicia.

Lydia Cacho, de nacionalidad mexicana y periodista especializada en cubrir violaciones de los derechos humanos, padece una situación de vulnerabilidad, ya que ha sido víctima de torturas, ha sufrido más de seis atentados y está amenazada de muerte.

El Gobierno destaca que, dado el riesgo evidente para su vida, reside en España con una autorización temporal.

En el caso de Óscar Martínez, argentino y actor, autor y director de teatro, desde el año 2019 forma parte de la Real Academia Española.

A pesar de ser nieto de españoles, no pudo acceder anteriormente a la nacionalidad por errores en las inscripciones de sus apellidos en los registros civiles argentinos.

Fraidelyn Padua, nacida en 2011 en la República Dominicana, es hija de una mujer asesinada en 2019 en España por su expareja, y reside en República Dominicana con sus abuelos maternos, que ostentan su guarda y custodia. Por haber perdido a su madre como víctima de un acto de violencia de género, se dan las circunstancias para que le sea concedida la nacionalidad española por razones humanitarias.

En cuanto a Dounia el Ghorfi, fue abandonada cuando nació en un orfanato de Berkan (Marruecos); con 9 años, fue adoptada por una familia que, aunque de ascendencia marroquí, ostentaba la nacionalidad española.

Sin embargo, no legalizó su situación y, durante un ingreso hospitalario, en 2006, al no portar documentación, se activó el protocolo de menores y se inició un proceso contra su padre adoptivo por delitos de abandono de familia y malos tratos en el ámbito familiar. Desde entonces, permanece tutelada hasta la mayoría de edad.

En abril de este año, el Defensor del Pueblo instó al Ministerio de Justicia a dar una solución a su precaria situación.