Panamá – El Sistema de las Naciones Unidas en Panamá reconoció este sábado el esfuerzo del Gobierno nacional por atender las necesidades humanitarias de los migrantes que llegan de Colombia e invitó a las autoridades a «mantener estas acciones que enaltecen el compromiso del país con los derechos humanos y el derecho internacional».
Este reconocimiento a Panamá surge ante los últimos informes sobre el incremento de los flujos mixtos y movimientos de personas de diversas nacionalidades a Puerto Obaldía y comunidades cercanas en la provincia de Darién, fronteriza con Colombia.
«El respeto y la protección de los derechos de las personas migrantes es primordial, y se aplica a quienes se encuentren dentro del territorio nacional, sea cual fuere su nacionalidad o estatus migratorio, sin discriminación alguna, a fin de preservar su seguridad, integridad física, bienestar y dignidad», destaca en un comunicado el sistema de la ONU en Panamá.
Las delegaciones de la ONU en Panamá aseguran que este es un principio básico para lograr que, con la adopción de acciones complementarias, la migración sea de beneficio para todas y todos.
Del mismo modo, se recuerda que si hay personas con necesidades de protección internacional, tienen el derecho a acceder al sistema de asilo para determinar su condición de refugiado y acceder a los derechos correspondientes.
«Desde el Sistema de las Naciones Unidas en Panamá aplaudimos la decisión del gobierno panameño de trabajar de manera conjunta con las autoridades colombianas para gestionar que estos movimientos mixtos de personas se produzcan en forma segura, ordenada y regular, y en conformidad con el derecho internacional», afirma el pronunciamiento.
El sistema de la ONU recalca que está atento para apoyar al gobierno de Panamá en la gestión adecuada de los retos derivados de estos movimientos de personas a través de sus agencias especializadas.
Entre ellas, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha), entre otras.
El pasado fin de semana unos 720 migrantes que buscaban llegar a Estados Unidos fueron interceptados por las autoridades panameñas en la selva del Darién y conducidos a un pequeño albergue en la localidad costera de Puerto Obaldía.
Según las autoridades panameñas el 57 % de estos migrantes varados son de nacionalidad cubana, mientras que el resto procede de países como Haití, Camerún, Ghana, Eritrea y Etiopía.
La llegada masiva de cubanos en 2015 y el cierre de fronteras que ordenó Nicaragua generó una crisis humanitaria sin precedentes tanto en Panamá como en Costa Rica.
La oleada migratoria se consideró como una consecuencia del deshielo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos y el fin de los beneficios migratorios para los isleños en el país norteamericano.EFE