Madrid – Por primera vez desde que echó a andar el Masters 1000 de Madrid, en el 2002, el programa de la competición no presenta ni al español Rafael Nadal ni al serbio Novak Djokovic, habituales cabezas de cartel del evento que reúne a los mejores del circuito cada temporada.
A excepción de la primera edición, la del 2002, en la que ni el balear ni el jugador de Belgrado formaban parte aún del circuito profesional, nunca el torneo madrileño se había quedado a la vez sin la presencia de los dos jugadores que más títulos del Grand Slam acumulan en la historia.
Sin embargo, aquella vez, hace veintiún años, disputada bajo techo, en pista dura y en la Casa de Campo, el cuadro del torneo tenía entre sus inscritos al suizo Roger Federer que llegó hasta los cuartos de final de una competición que tuvo a su primer ganador en el estadounidense Andre Agassi.
Ahora, por primera ocasión, en el 2023, ninguno de los integrantes del conocido como ‘big three’, los tres jugadores más laureados de la historia del tenis, están entre los componentes de la competición.
Los tiempos han cambiado. Nada que ver la presente edición con la de entonces. El número de participantes y el de días de torneo se han multiplicado. Ya no es en pista dura, ni cubierta, ni en la Casa de Campo. Es en arcilla, al aire libre y en un recinto espectacular, la Caja Mágica, habilitado para el tenis. Ahora es un evento combinado. ATP y WTA, hombres y mujeres.
Con Federer retirado después de tres triunfos en Madrid (2006, 2009, 2012), con Nadal y Djokovic lastrados por las lesiones y a vueltas con el final de su ciclo, corren nuevos vientos en el tenis y también en el torneo, alumbrado especialmente por el impulso de las generaciones venideras que irrumpen con fuerza para desplazar a los tipos con más gloria de todos los tiempos.
Por primera vez falta Nadal a la cita con Madrid. Desde el 2003 siempre ha estado presente en el Masters 1000 madrileño el balear que ha disputado diecinueve ediciones y ha logrado cinco trofeos, más que nadie (2005, 2010, 2013, 2014 y 2017).
No ha llegado a tiempo Rafael Nadal al Mutua Madrid Open, un evento que forma parte de su preparación para Roland Garros. Así ocurrió el pasado año, cuando llegó solo hasta cuartos de final, eliminado por Carlos Alcaraz, después ganador. Fue después a Roma y conquistó su decimocuarto éxito en el ‘major’ de París.
La lesión en el psoas que sufrió en el Abierto de Australia ha cortado de raíz los planes del ganador de veintidós grandes. Solo ha jugado dos torneos en lo que va de 2023. La United Cup y en Melburne, donde cayó en segunda ronda, lesionado. No ha regresado aún Nadal que ha atrasado cada intento de vuelta. Renunció a Barcelona y también, ahora, a Madrid. Espera Roma como único evento previo a Roland Garros.
Djokovic tampoco estará. El número uno del mundo es un fijo en el evento. Ha jugado trece temporadas y ha ganado tres trofeos (2011, 2016, 2019). Dañado en el codo derecho, perdió en los cuartos de final de Banja Luka la semana pasada. Horas después se dio de baja para Madrid.
Nuevos vientos corren por la Caja Mágica, con Alcaraz como gran reclamo y las generaciones venideras, las siguientes al big three como aspirantes.
No estarán en Madrid Nadal ni Djokovic. Tampoco otros veteranos como el croata Marin Cilic o el estadounidense John Isner. Tampoco los italianos Jannik Sinner y Matteo Berrettini.
Sinner, una de los grandes nombres del futuro junto a Alcaraz y Holger Rune, se retiró del torneo de Barcelona y no jugó, por enfermedad, los cuartos de final. Berrettini sufrió en Montecarlo una rotura en el músculo oblicuo abdominal.
El australiano Nick Kyrgios o el argentino Federico Coria son otras de las ausencias del Masters 1000 de Madrid.