Cortesía DW.

Tegucigalpa – El universitario Darwin Sánchez, quien pasó un año sin ejercer su derecho a la educación, tras prohibírsele ingresar al Centro Universitario Regional del Litoral Pacífico (CURLP), de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y posteriormente se le presentó un requerimiento fiscal, emigró a Alemania donde presentó una solicitud de asilo cuya respuesta fue negativa.

En 2017, el joven de 33 años y sus compañeros ocuparon un edificio de la UNAH en Choluteca y organizaron manifestaciones para demandar una mayor autonomía de los estudiantes.

Posteriormente se presentó un requerimiento fiscal en su contra así como de sus compañeros de lucha: Nahún Gutiérrez Yánez, Carmen María Lagos, Marvin Josué Padilla, Carlos Levi Ortez, Bryan Yojarshi Cárcamo, Wilfredo Flores Cruz, Kevin Armando Aguilar, Luis Felipe Zepeda, Kevin Gabriel Estrada, Fausto Fernando Betancourt, Adán Orlando Rivas, Harim Josué Reyes, Dagoberto Rosalí Andino y Kevin Ricardo Espinal.

«Nosotros como familia hemos decidido venir a Alemania porque creemos que Alemania respeta los derechos humanos y nos atenderá como personas perseguidas», declaró el hondureño al medio hispano Deutsche Welle.

A principios de abril Sánchez llegó a Alemania con su familia, y presentó una petición de asilo.

No obstante, días atrás el activista estudiantil hondureño Darwin Sánchez recibió la respuesta a su solicitud de asilo: fue negativa. Mediante un abogado, apelará la decisión.

“Tomamos el centro universitario por varios días y se hicieron movilizaciones en la ciudad y a nivel nacional. A mí, y a todos los compañeros del movimiento estudiantil, se nos acusa de ‘detentación de un bien público’, en otras palabras: es como si te quieras adueñar de un bien del Estado. Ahora con la nueva reforma del código penal que está por entrar en vigencia, esto puede ser penado con más de 30 años de cárcel”, recordó el universitario.

Ahora, -dijo- tiene la esperanza que en la apelación a su solicitud de asilo, sea aceptada en el país que considera es el más respetuoso de los derechos humanos en Europa.