La ciudad de San Antonio pueo en marcha una serie de programas para revertir el alto índice de obesidad infantil que existe, especialmente, entre la población de origen hispano. EFE/José Luis Castillo Castro/Archivo

Cleveland (OH) – La recomendación de los nutricionistas y autoridades a favor de la actividad física y la alimentación saludable entre los latinos, la población con mayores tasas de obesidad, se ven en riesgo ante el confinamiento que obliga el COVID-19, advierten expertos, que alertan de un aumento de peso de entre seis y once libras (entre 2,7 y 5 kilogramos).

La experta en nutrición Dana Miró identificó a los niños como una de las poblaciones en más alto riesgo, al estar ahora en casa durmiendo a altas horas de la noche, sin una rutina establecida, y una alimentación más desorganizada.

«(Los niños) están viendo todo el día televisión, donde salen entre 10 y 13 comerciales de comidas, ya sean comidas rápidas o alimentos procesados, que están lejos de aportar la nutrición que necesitan para su cuerpo y cerebro en desarrollo, y les incitan a comer en todo momento», dijo Miró en declaraciones a Efe.

¿Qué problemas de salud trae que el niño este sobrepeso u obeso? Según Miró «el incremento progresivo de la obesidad se asocia con complicaciones a corto y a largo plazo, se estima que el 77 % de los niños obesos serán adultos obesos».

Entre las complicaciones figuran las alteraciones del metabolismo de lípidos, además de complicaciones por hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2, síndrome metabólico, esteatosis hepática, litiasis biliar, problemas psicológicos, respiratorios y ortopédicos.

«Los niños y adolescentes obesos tienden a tener elevado el colesterol total, el colesterol malo y los triglicéridos, y disminuido el colesterol bueno. Si estas tendencias se mantienen a través del tiempo aumenta la probabilidad de que este niño obeso se convierta en un adulto obeso y resistente a la insulina», con el consecuente riesgo de problemas cardiovasculares y diabetes, dijo Miró.

RUTINA DE COMIDAS

Según esta experta, «la falta de un itinerario de comidas fijo que incluya las tres comidas y al menos dos meriendas saludables, y tiempo para hacer alguna actividad física en la casa, están contribuyendo al posible aumento en el peso de los niños».

Miró destacó que las meriendas deben ser de frutas y vegetales, «y que el 50 % de sus cereales sean de grano entero», además de un menú que incluya los cinco grupos de alimentos: frutas, vegetales, proteínas de alto valor biológico, cereales enteros y lácteos bajos o reducidos en grasa.

La especialista destacó como necesario el involucrar a los niños en el proceso de cocción de las comidas, según su edad, para que se vayan familiarizando con los alimentos, descubriendo nuevos sabores y texturas.

Mantenerlos bien hidratados, con agua y con leche, frutas y vegetales que aportan líquidos a la dieta fueron otras de las recomendaciones dadas por la experta ya que así evitan comer en exceso, además de mantener el organismo llevando a cabo sus funciones correctamente.

«Organizar actividades con los niños que sean entretenidas para ellos, que los distraigan y los alejen de pensar en comer», es clave en este proceso dijo Miró.

LÍMITES Y CONTROL

Los padres de familia se encuentran lidiando con una nueva realidad marcada principalmente por la educación virtual, en vista de que los centros educativos han sido cerrados para evitar la propagación del coronavirus SARS-Cov-2, que solo en EEUU se ha cobrado la vida de más de 80.000 personas y suma más de 1,3 millones de casos.

Algunos distritos electorales ya han anunciado las fechas para las graduaciones escolares, que este año se harán de manera virtual, y no se sabe a ciencia cómo se desarrollará el próximo ciclo lectivo, con no pocas probabilidades de que se mantenga como se realiza actualmente.

En ese sentido, los expertos en salud inciden en la importancia de supervisar la salud y formación de los menores en casa. Se deben establecer límites, controlar el tiempo de televisión o computadoras, y tratar de que los programas que vean sean educativos y a ser posible sin comerciales.

«Coma en familia y sirva de modelo. Ellos comerán según aprenda a verlo a usted comer, además a la hora de comer debemos evitar estar viendo televisión o la computadora o celular, es la hora donde podemos juntos promover hábitos saludables de alimentación y lazos familiares», señaló Miró.