Tegucigalpa – Durante la homilía celebrada este domingo en la iglesia catedral San Miguel Arcángel de la capital, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez al referirse al clima de crispación que se vive en el país, “cada semana, más de lo mismo, confrontación, nada de diálogo, sino simplemente salir a la calle, a qué”, lamentó.

– “Desterremos la violencia, todo tipo de violencia, no es así que se construye la paz”, recalcó el prelado.

-Lamentó que para muchos la finalidad es llegar al poder a cualquier coste aunque sea dañando a la mayoría.

Recalcó que “Honduras es para todos los hondureños, no solamente para un grupo, ni para un grupo político, quién piensa que lo que necesita nuestro país es desarrollo, trabajo, es la paz, mientras haya estas confrontaciones inútiles no llegaremos a ninguna parte y nos vamos a ir deteriorando cada día más”.

El purpurado también preguntó “¿cómo mantener viva la esperanza en Honduras cuando las noticias siempre son malas, asesinatos, homicidios, tragedias?”.

Hoy más que tesoros escondidos, nos encontramos con tesoros que nos quieren vender con la promesa de la felicidad, la belleza, la seguridad, la juventud, pero el criterio que Jesús da para saber escoger el verdadero tesoro es que no se agota y que permanece.

“Por eso la importancia de que escojamos bien nuestro tesoro; actualmente se nos hace difícil creer en algo que sea válido y verdadero para siempre, hoy son muchos los que viven desorientados, sin esperanza, no saben ya dónde poner su corazón y en esta situación lo importante parece ser disfrutar de lo inmediato y dar respuesta a nuestras necesidades, sin embargo, todo eso es frágil, pasajero y este domingo es para preguntarnos ¿dónde está mi tesoro?, ¿dónde tengo puesto mi corazón?, ¿qué alimenta profundamente mi vida? y ¿qué le da sentido a mi vida?”, preguntó el prelado.

Acotó que no podemos vivir dormidos, distraídos. Hay que vivir en vela porque en cualquier momento llega el Señor, está llegando, y se nos puede pasar la mejor oportunidad de nuestra vida.

Añadió que “permanecer en la casa con las luces encendidas es una imagen de disponibilidad para el servicio a cualquier hora y por eso tenemos que preguntarnos si tenemos encendidas las lámparas de la fe, cómo mantener viva la esperanza en nuestra Honduras cuando las noticias siempre son malas, asesinatos, homicidios, tragedias, cómo mantener viva la esperanza cuando cada día, cada semana, más de lo mismo, confrontación, nada de diálogo, sino simplemente salir a la calle a    qué”.

El purpurado preguntó que, si construye ese tipo de confrontaciones, para nada, cómo no deslizarse sutilmente a la frustración, al desencanto, al desaliento y a eso estamos llegando si seguimos por el mismo camino en nuestra Honduras.

Apuntó que cuando termina agosto, comienza el llamado “mes de la patria”, pero “quién piensa en la patria, quién piensa en que Honduras es para todos los hondureños, no solamente para un grupo, ni para un grupo político, quién piensa que lo que necesita nuestro país es desarrollo, trabajo, es la paz, mientras haya estas confrontaciones inútiles no llegaremos llegar a ninguna parte y nos vamos a ir deteriorando cada día más”.

Lamentó que eso no se entienda, porque para muchos la finalidad es llegar al poder a cualquier coste, aunque sea dañando a la mayoría y tristemente dice el evangelio estén como los que aguardan que el Señor vuelva de la boda para abrirle apenas llame, dichosos aquellos a quienes el Señor al llegar los encuentre en vela.

Señaló que estar en vela, despiertos hoy significa que es el tiempo de servir, de construir, el tiempo de la responsabilidad, “es muy fácil echar a perder una sociedad, es muy fácil quitar la vida a otras personas pensando que con eso se va a construir paz, se va a construir vida y uno de los riesgos que nos amenazan constantemente caer en una vida superficial, mecánica, rutinaria de la que no se sale”.

“La llamada de Jesús a la vigilancia en el evangelio de hoy debe ayudar a Honduras a despertar de la indiferencia, a despertar de esa pasividad y el descuido con el que podemos llegar a vivir una vida vacía, aunque esté llena de cosas, vacía, aunque esté llena de poder, vacía si no está llena de amor y el odio y la confrontación son enemigos del amor”, señaló el líder religioso.

Pidió a los feligreses estar preparados porque en la hora que menos piensen viene el hijo del hombre y estas palabras del Señor no son para vivir en angustia sino para hacernos conscientes del momento único que estamos viviendo, no es otro, ni es el del pasado ni el del futuro incierto, el momento que estamos viviendo es el momento actual, el tiempo que Dios nos regala para hacer el bien, para hacer algo mejor, que no esperamos a mañana para vivir, que deseemos vivir el hoy, también de nuestra Honduras pensando en que destruir nunca servirá para construir.

Puntualizó que sin Dios nos encaminamos hacia un abismo, sin amor, vamos a más violencia, sin un proyecto de construcción de un nuevo país no vamos a llegar a través de la muerte y la destrucción, vamos a llegar a través de un corazón nuevo y de un espíritu nuevo como lo dicen los profetas.

“Con el mismo corazón lleno de poder, lleno de insaciable deseo de poseer dinero, placeres sin reglas morales, el vicio, Honduras no será construida”, cuestionó al tiempo que pidió “poner atención a esos cantos de sirena, de las palabras vacías de gente que lo que quiere es utilizar a los demás para su propio interés y desterremos la violencia, todo tipo de violencia, no es así que se construye la paz”.