Nueva York – El alcalde de Nueva York, el demócrata Eric Adams, anunció este miércoles un nuevo recorte al presupuesto para encarar la crisis migratoria que afecta a la ciudad desde hace casi dos años y que, dijo, le permite de este modo revertir los recortes previstos en las agencias municipales.
Según un comunicado, la ciudad elevará un 10 % el recorte en el gasto en los “solicitantes de asilo”, como la ciudad califica a los inmigrantes llegados recientemente, tras aplicar un “exitoso” recorte del 20 % en las partidas dedicadas a ellos, lo que ha permitido devolver a las arcas más de 1.700 millones de dólares.
Adams detalló que ese dinero se ha recuperado, en parte, “reduciendo los costes diarios” de la ayuda a las unidades familiares de inmigrantes y aseguró que seguirá ofreciéndoles servicios “intensivos” para que resuelvan sus permisos de residencia y trabajo y puedan mantenerse sin ayuda.
Nueva York acoge a más de 65.000 migrantes en un sistema que abarca los albergues públicos y centros reconvertidos en refugio como hoteles, y provee alimento, educación para los niños y otros servicios esenciales, lo que ha generado una crisis financiera local.
La ciudad ha limitado el tiempo que los inmigrantes pueden alojarse en esos centros y ha demandado a las empresas transportistas que los traen desde estados fronterizos como Texas, desde donde el gobernador republicano Greg Abbott ejerce gran presión en denuncia de la política migratoria del Gobierno central.
El alcalde Adams dijo que este recorte adicional de gasto del 10 % en la crisis migratoria es una de las razones por las que cancela los recortes previamente anunciados en otras agencias municipales.
La otra razón son unos resultados económicos mejores de lo esperado en el año 2023 que conllevarán una mayor recaudación de impuestos, de lo que se había hecho eco Adams con anterioridad.
En ese sentido, destacó que ayer la agencia de calificación crediticia Moody’s mantuvo la calificación positiva (Aa2) de Nueva York y le halagó por su “gestión financiera robusta” y sus “medidas para ayudar a cerrar brechas presupuestarias (…) causadas por la crisis de migración”.
El alcalde lleva meses denunciando que el Gobierno federal no ayuda a solucionar la situación migratoria, que ha provocado una crisis fiscal con un agujero de 12.000 millones de dólares para 2025, lo que le llevó a anuncia recortes del 5 % en las agencias municipales el año pasado.
No obstante, a principios de 2024 ya se desdijo sobre algunos de los recortes a las agencias y descartó quitar fondos, específicamente los destinados a los departamentos de la Policía y los bomberos.