Teherán – Una estatua de la libertad manca, una bandera estadounidense con calaveras y un Mickey Mouse con pistola son algunas de las imágenes de los nuevos murales que decoran la antigua embajada de Estados Unidos en Teherán.

Las pintadas fueron presentadas este sábado, dos días antes del 40 aniversario del asalto a la embajada estadounidense el 4 de noviembre de 1979, que derivó en la conocida como crisis de los rehenes y en la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Irán y EEUU.

Los nuevos grafitis sustituyen a los que cubrieron durante años el muro de la antigua delegación diplomática, ahora el Museo del 13 de Aban o «Nido de Espionaje», pero mantienen la misma carga antiestadounidense en su mensaje.

El director del Museo 13 de Aban, Behnam Aminí, explicó a Efe que la idea es transmitir mejor el mensaje pero manteniendo «los conceptos y contenidos», como en el caso de la estatua de la libertad.

El antiguo grafiti mostraba la estatua con rostro de calavera, mientras que en el actual la antorcha de la libertad aparece rota en el suelo como símbolo de la decadencia de EEUU.

Esa pintada también hace referencia al grupo yihadista Estado Islámico (EI), de cuya creación Teherán responsabiliza a Washington, como insistió hoy durante la ceremonia el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, Hosein Salamí.

Salamí acusó en su discurso a EEUU de estar implicado en todas las guerras del mundo islámico, así como de crear a los grupos terroristas para luego destruirlos, entre ellos el EI.

«Unas 8,5 millones de muertes son el resultado de la interferencia directa o indirecta de EEUU en las guerras en la región y el mundo musulmán durante los últimos 40 años», criticó.

El comandante también subrayó que EEUU es «el mayor exportador de armas en la práctica» y «el único que uso la bomba atómica», aunque luego insista en que busca la seguridad en el mundo.

Esa visión iraní de la maldad estadounidense quedó reflejada también en un mural en el que la bandera estadounidense tiene calaveras blancas sobre fondo azul, en vez de estrellas, y soldados apuntando con sus fusiles en las barras rojas.

El escudo de armas también figura modificado. Sobre el águila aparece una estrella de David, símbolo de la influencia de Israel sobre EEUU, y en vez de ramas de olivo de la paz, cartuchos de municiones.

Todos los murales tienen como denominador común los colores rojo, azul y blanco de la bandera estadounidense, incluido el que presenta varios sellos: uno de ellos es el citado de Mickey Mouse, mientras que un segundo muestra una pistola con el pelo del presidente estadounidense, Donald Trump.

Otra pintada representa unas conversaciones entre Irán y EEUU en las que el interlocutor estadounidense aparece con chaqueta de traje, pero con pantalones y botas militares, en alusión a que ese país nunca busca la paz.

En referencia a ese conflicto hay un avión de pasajeros con palomas de la paz, que recuerda al Airbus de Iran Air derribado en 1988 por EEUU, y un dron del que escapan murciélagos, que representa el aparato estadounidense abatido este año por Irán en el golfo Pérsico.

La tensión entre Irán y EEUU ha escalado desde que Washington se retiró del acuerdo nuclear de 2015 y volvió a imponer sanciones a Irán, y ha derivado en una serie de incidente en el golfo Pérsico, como el del citado dron del mural.

El director del Museo 13 de Aban señaló que los nuevos grafitis tienen «un contenido más rico» y a nivel estético son «más bonitos y elegantes».

Para justificar el cambio de los murales, Aminí afirmó que los grafitis antiguos tenían más de diez años y que «muchos de ellos estaban dañados y deteriorados» y otros «no eran dignos para el arte de la Revolución Islámica».

Temas actuales y pasados quedan así expuestos en los muros de la antigua embajada, frente a la cual en dos días miles de manifestantes volverán a gritar como es tradición «Muerte a EEUU» y a quemar la bandera de ese país.