Túnez – La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), organismo vinculado a Naciones Unidas, urgió hoy a las autoridades tunecinas a permitir el desembarco del buque «Maridive 601», bloqueado desde el pasado viernes frente a la costa de Zarzis (sur) con 75 migrantes rescatados a bordo, 32 de ellos menores.
«Todos tenemos la obligación moral, jurídica y política de socorrer a aquellos que están en peligro. Los menores y las personas enfermas deben ser evacuadas urgentemente», instó la jefa de misión en Túnez, Lorena Lando, a través de un comunicado de prensa.
Lando recordó que los migrantes huyen de la creciente violencia y la violaciones de los derechos humanos en la vecina Libia y se mostró preocupada por la adopción de políticas «cada vez más restrictivas» por parte de los países del norte del Mediterráneo «que afectan a las obligaciones de los estados frente al Derecho Internacional y su deber de socorrer a las personas en peligro».
Según la organización, la OIM junto a la Media Luna Roja Tunecina y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (HCR)», pondrán a disposición de las autoridades locales el alojamiento de urgencia, asistencia médica, alimentos y acompañamiento psicológico para proporcionarles una solución «digna y duradera».
«Sólo una acción concertada e inclusiva podrá ofrecer una respuesta eficaz a los dramas casi diarios que acompañan las tentativas de atravesar el Mediterráneo, en África y en el mundo» y subrayó la necesidad de ofrecer «alternativas seguras, regulares y dignas a estas rutas peligrosas».
El petrolero «Maridive 601», con bandera egipcia y que trabaja como remolcador en una plataforma petrolera, localizó el viernes por la mañana una embarcación precaria que se encontraba a la deriva debido a una avería en el motor después de partir de la ciudad libia de Zuara, a unos 60 kilómetros de la frontera tunecina.
Tras alertar a los centros de salvamento de Roma y Malta y, ante las difíciles condiciones climáticas, la tripulación embarcó a los migrantes para trasladarlos hasta el puerto de Zarzis. Entre los rescatados hay 64 ciudadanos de Bangladesh, 9 egipcios, un marroquí y un sudanés.
Las organizaciones de los DDHH apelan a la «urgencia» humanitaria y denuncian la falta de asistencia médica y la penuria de víveres que cubran las necesidades del centenar de pasajeros.
Por su parte, la ONG Foro Tunecino para los Derechos Económicos y Sociales (FTDES) mostró su rechazo a convertir Túnez en una «plataforma» para inmigrantes e instó al gobierno a «revisar» los acuerdos de cooperación con países de la Unión Europea, principalmente Italia.
Una situación similar se produjo en agosto de 2018, cuando el petrolero «Sarost 5» permaneció bloqueado en alta mar durante 21 días tras haber rescatado a 40 migrantes en aguas internacionales y que finalmente pudo desembarcar en el país magrebí.
El pasado 10 de mayo, al menos 70 personas perdieron la vida, cuyos cuerpos siguen desaparecidos, y otras 16 fueron rescatadas por pescadores tunecinos a 40 millas de la ciudad meridional de Sfax.
Según datos de la OIM, desde comienzos de 2019 al menos 519 migrantes han perdido la vida en su intento por llegar a las costas europeas a través de las tres rutas principales de la migración irregular, que desembocan en Italia, España y Grecia. EFE