Guatemala.– El Procurador de los Derechos Humanos de Guatemala, Jordán Rodas, instó hoy a la representación consular guatemalteca en Estados Unidos a acompañar la investigación que realizarán en ese país acerca del fallecimiento el sábado de una menor custodiada por la patrulla fronteriza.

El ombudsman guatemalteco solicitó a la Cancillería nacional que verifique si el trato recibido y la atención de salud brindada a la menor, de 7 años de edad, «fue la adecuada», desde el momento en que la niña se encontraba bajo la custodia de las autoridades norteamericanas.

Además, solicitó al Ministerio de Relaciones Exteriores que brinde asistencia a la familia de la menor fallecida para «garantizar un trato digno durante el proceso de repatriación», explicó el procurador en un comunicado de prensa.

Rodas expresó también sus «profundas muestras de solidaridad y condolencias a familiares y amigos» de la menor Jackeline Caal.

Añadió que la institución a la que representa dará «seguimiento a las actuaciones de las autoridades de la Cancillería» por medio de la defensoría de la población desarraigada y migrante.

La muerte de la menor, aclaró el magistrado de conciencia en el texto publicado, «es una lamentable muestra de indolencia y falta de visión política de los Gobiernos de la región».

Según el informe de asistencia consular guatemalteco, el pasado jueves por la noche, «a inmediaciones de Nuevo México», fue asegurado por oficiales de la patrulla fronteriza un grupo de migrantes en el cual se encontraba un hombre de 29 años y su hija de siete años, ambos originarios del departamento guatemalteco de alta Verapaz.

En el trayecto hacia la estación de la patrulla fronteriza de Lordsburg, la niña presentó «un cuadro de fiebre y vómitos», lo que requirió que paramédicos de la patrulla fronteriza «intervinieran para su estabilización».

Un día después, el viernes, a las 7 de la mañana aproximadamente, la condición de la pequeña se agravó y presentó de nuevo «un cuadro de fiebre alta y convulsiones», por lo que los médicos de la patrulla fronteriza «la trasladaron vía aérea a un centro asistencial en la ciudad de El Paso, Texas, donde quedó internada».

Estando en el hospital, la niña sufrió dos ataques cardíacos a los cuales sobrevivió, pero el sábado, a las 6 de la mañana, los agentes de la patrulla fronteriza de Nuevo México informaron al consulado de El Río que «lamentable la niña había fallecido».

De acuerdo con el comunicado de la Patrulla Fronteriza del que informó el periódico The Washington Post el jueves, la niña llevaba «varios días sin comer o consumir agua» en el momento de su detención, pero no queda claro si la menor recibió alimentos o atención médica a lo largo de la noche, antes de sufrir las convulsiones.