Tegucigalpa – El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Roberto Herrera Cáceres, externó este viernes su preocupación ante la posibilidad que los migrantes centroamericanos, en ruta por el Norte de América, reciban un trato indigno e inhumano debido a que las instituciones estatales han sido rebasadas por la magnitud del flujo migratorio.
Indicó que la situación es tan grave que todas las capacidades institucionales de los diferentes Estados de origen, tránsito y destino fueron desbordadas desde el momento que se realizaron las primeras caravanas desde San Pedro Sula, en el Norte de Honduras, en octubre del 2018.
Agregó que, con la cantidad de personas que ya están en México y las que siguen llegando, esas capacidades también siguen rebasadas, de tal manera que el tratamiento individualizado es muy difícil y advirtió que, es muy seguro que puedan producirse situaciones de tratamiento indigno hacia estas personas.
El Defensor del Pueblo exhortó al personal de los consulados de Honduras a movilizarse y desplazarse a los diferentes lugares de la frontera y atender las necesidades que puedan estar enfrentando los migrantes hondureños.
Además, instó nuevamente a los Estados a dar una nueva mirada al tema de la migración desde un enfoque de dignidad humana, teniendo presente los vigentes instrumentos y entendimientos universales sobre la Seguridad Humana y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que posibilitan atender las causas de los flujos migratorios, teniendo presente las responsabilidades compartidas de los Estados de origen, tránsito y destino, así como de la comunidad internacional.
Explicó que la seguridad humana exige un trato centrado en la dignidad de las personas y que cualquiera sea la situación en que se encuentren los migrantes, debe considerarse la aplicación y el respeto de los tratados de derechos humanos.
“El respeto a la dignidad de la persona humana debe prevalecer, sea que continúe en su ruta migratoria o que retorne a su lugar de origen”, precisó.
El Ombudsman hondureño admitió que la situación se ha tornado más compleja en materia de migración forzada, por las acciones que ha tomado la administración norteamericana en relación con los controles y requisitos adicionales que se están imponiendo inclusive para la solicitud de asilo.
Agregó que esas restricciones están produciendo una situación en la cual las personas tiene que estar esperando en la frontera del lado de México.
Según el titular del Conadeh, la migración no se contrarrestará si no se atienden eficazmente las causas estructurales que lo alimentan y se asegure progresivamente condiciones básicas de vida digna, liberando a los habitantes del temor y de la miseria, dentro de sus comunidades municipales y en la comunidad nacional.
Destacó que entre las principales causas de la migración forzada de hondureños figuran la pobreza que afecta su nivel básico de vida digna, agravada por el desempleo, el alza de precios de la canasta básica, la desprotección del consumidor o usuario.
Además, el alza de tarifas de servicios públicos y la falta de calidad y asequibilidad a los mismos, la reunificación familiar, los desastres naturales, así como la inseguridad derivada de la violencia en especial de pandillas y crimen organizado, que se ensaña sobre los más pobres y socialmente vulnerables.
“La atención de esas causas es un deber de las instituciones del Estado, de los municipios y sus comunidades, de las organizaciones de sociedad civil y, en especial, del sector privado empresarial que debe ser consecuente con sus responsabilidades internacionales derivadas de las relaciones entre empresas y derechos humanos”.
Herrera Cáceres destacó el inició de un proceso en el que ya se cuenta con una propuesta de un Plan Integral para el Desarrollo de El Salvador, Guatemala, Honduras y México.
Recordó que ese Plan tiene 30 recomendaciones que formuló la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y que el Estado de Honduras debe saber seleccionar aquellas que sean más acordes y más directamente vinculadas con la necesidad de resolver sus necesidades prioritarias.
Agregó que ese Plan debe ir en el marco de la de la misma agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en el cual se deben buscar los objetivos prioritarios para Honduras y asignar los recursos que se necesitan para ejecutarlos.
El Ombudsman considera que se le tiene que dar una respuesta pronta a la población que está desesperada por su situación de vida actualmente.