Tegucigalpa – El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Roberto Herrera Cáceres, abogó este día por la unidad del gobierno, sociedad civil y todos los sectores, para proteger no solo a los hondureños acogidos al Estatus de Protección Temporal (TPS) sino que a todos los que se encuentran en Estados Unidos bajo la amenaza de una posible deportación o expatriación.
-56 mil 790 hondureños se encuentran actualmente protegidos bajo el TPS.
-Honduras solicitará la décimo cuarta ampliación al TPS en próximo mes de julio, anunció la Cancillería.
El ombudsman recomendó la «unidad de todos los sectores», tanto de las instituciones del Estado, como las organizaciones de la sociedad civil, para hacerle frente a la incertidumbre que viven centenares de miles de hondureños en la unión americana.
Agregó que, ese trabajo conjunto debe estar encaminado a proteger no solamente a los que están acogidos al TPS sino que a todo inmigrante, hombre, mujer y niño que actualmente se encuentra en EE.UU. bajo la amenaza que implica su posible deportación o expatriación.
Lo importante, según Herrera Cáceres, es que los más de 56 mil hondureños que está sujetos periódicamente a la incertidumbre de la aprobación del TPS, como los que no están amparado por ese estatuto provisional pero que viven y trabajan en los EE.UU., contribuyendo con su esfuerzo al crecimiento económico de ese país, reciban la protección del Estado hondureño.
Se refirió al anuncio hecho por el gobierno, en el sentido que ya está haciendo todos los estudios y argumentos necesarios para solicitarle, al gobierno estadounidense, la renovación TPS.
Declaró que bajo el amparo del derecho internacional se debe invocar la protección de los derechos humanos de las personas acogidas al TPS, particularmente los que han estado residiendo en EE.UU., por más de 15 años.
«Son personas que han pagado impuestos, que han observado buena conducta y, precisamente, por su actitud frente al Estado norteamericano han estado obteniendo la renovación de su Estatus de Protección Temporal».
Nos gustaría, dijo el Defensor del Pueblo hondureño, que se avanzara más hacia la residencia de esas personas y, en su defecto, a la renovación temporal del mismo.
El TPS es un programa establecido por el gobierno norteamericano para beneficiar a personas de países que sufrieron alguna catástrofe natural o una guerra civil y puedan laborar sin afrontar la amenaza de ser deportados.
Aparte de Honduras, actualmente están acogidos por esta medida ciudadanos procedentes de Nicaragua y El Salvador.
El TPS beneficia a los hondureños que se encontraban en los Estados Unidos desde antes del 30 de diciembre de 1998 y que residen en esa nación desde esa fecha.
La actual prorroga protege de la deportación a los hondureños hasta el 5 de enero del 2018.
En total 56 mil 790 hondureños se encuentran amparados al TPS, mismo que ha sido renovado en 13 ocasiones.
Al respecto, este día el embajador de los EE.UU., James Nealon, expresó «Todos sabemos que el TPS es una herramienta temporal, jamás fue creado para ser permanente, creo que todos debemos manejar expectativas en cuanto al TPS porque algún día se va tendrá que acabar», dijo Nealon a periodistas.
Agregó que es temprano para decir que sucederá con el TPS y solo pide a los hondureños que entiendan que es una herramienta temporal. «Es una decisión que se tomará en enero del próximo año, es temprano para decir qué pasará». Departamento 19