Tegucigalpa – El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras, Roberto Herrera Cáceres, señaló hoy que la migración forzada de personas se ha convertido en uno de los principales factores de la desintegración familiar en el país centroamericano.

Aunque no hay datos reales que determinen el número de personas que salen de Honduras con destino a Estados Unidos u otros países, si existen registros que alrededor de 356 mil 600 personas fueron retornadas a Honduras desde el año 2015 a la fecha.

Solo en el 2019, fueron retornados al país más de 88 mil personas procedentes de México, Estados Unidos, Centroamérica y otros países del mundo, de las cuales, el 78 % son hombres y mujeres adultos y el 22 % restante niños y niñas.

En lo que va del año, al menos 54 mil 700 hombres adultos fueron retornados al país, de los cuales, 27 mil 632 procedían de Estados Unidos y unos 26 mil 900 de México. En lo que respecta a las mujeres adultas, unas 13 mil 200 fueron retornadas al país procedentes en un 76 % de México, un 23 % de Estados Unidos y 1 % de Centroamérica.

Con una población que supera los 9 millones de habitantes, se estima que en el país hay unos 2 millones 152 mil 827 hogares de los cuales, el 33 % son liderados por madres solteras que realizan una labor de jefas de hogar.

“Lamentablemente hemos tenido a lo largo de la historia de la migración, particularmente, en este siglo, numerosas migraciones forzadas que han implicado desintegración familiar en el país” dijo el ombudsman hondureño.

Agregó que, principios de derechos humanos como “el interés superior del niño”, así como el derecho a vivir dentro de una familia, para muchos hondureños, se ha perdido en el país.

La desintegración familiar unida a la pobreza de las personas que se ven obligadas a migrar por falta de empleo o de oportunidades, afecta principalmente a los niños y jóvenes que quedan en el desamparo y muchas veces sin educación.

Otro de los problemas mencionados por el Defensor del Pueblo es el de los niños y niñas que han migrado junto con sus padres pero que, ya en el país de destino, los han separado.

“Nosotros estamos siempre pendientes de este asunto, estamos insistiendo y hemos logrado ya una serie de recomendaciones de parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a los Estados Unidos de América y a México, de no afectar la unidad familiar tomando medidas que los separan a unos de otros”, declaró.

Según Herrera Cáceres, el problema se torna más complejo ya que muchos niños quedan a cargo de los abuelos o de los tíos.

Indicó que, esa forma de delegar sus responsabilidades sobre sus hijos a otras personas, trae consigo orientaciones que no son las más adecuadas, lo cual genera un ambiente desfavorable para crear una sociedad donde haya prosperidad. 

Problemas como la pobreza, la delincuencia, la conflictividad y la violencia son parte de las causas estructurales que, el Conadeh, ha recomendado reiteradamente al Gobierno que se deben resolver. 

Ruta del migrante sumamente peligrosa

Explicó, que las dificultades son mucho mayores ahora, ya que la ruta del migrante es sumamente peligrosa y se genera mucha incertidumbre para llegar al país de destino. 

Herrera Cáceres reiteró su llamado al Gobierno para que se preocupe por la situación de los migrantes hondureños que se encuentran en la ruta o en la frontera de los Estados Unidos con México.

“Tenemos que preocuparnos también por nuestros migrantes irregulares y sus hijos que ya están dentro de los Estados Unidos”, puntualizó.

El titular del Conadeh considera que es indispensable atender las causas estructurales creando mayores oportunidades de empleo y atacando frontalmente la pobreza que afecta a seis de cada diez hondureños.

Todos tenemos que unirnos en torno al bienestar de la población y, sobre todo, apoyar toda iniciativa que sea una respuesta a las expectativas de la población, finalizó.