Nueva York – La ONG «Aid For Live» repartió este sábado ropa a decenas de migrantes, en su mayoría venezolanos, y que fueron enviados en autobuses a Nueva York por las autoridades del estado fronterizo de Texas en los últimos meses y que ha provocado una crisis en la ciudad, que no estaba preparada para recibir esta oleada migratoria.
La organización repartió en el sur de Manhattan durante tres horas todo tipo de ropa a las personas que se acercaron, un 80 % de ellos venezolanos y también colombianos, según los organizadores.
Sin embargo, no todos encontraron lo que querían, como Wilfredo, que buscaba unos zapatos para sustituir las sandalias que llevaba puestas, para incorporarse el lunes a un trabajo que encontró en un restaurante de la ciudad.
Ante la avalancha y el hecho de que numerosas personas llegaron tarde, la ONG prometió organizar una nueva jornada de reparto de ropa en septiembre y animó a los migrantes a seguir a la organización en las redes sociales, donde se anunciará la nueva cita.
Asimismo, el organizador del evento, Jesús Aguais, hizo un llamamiento a los neoyorquinos a donar ropa o dinero para cubrir las necesidades de estos migrantes.
Ayer, una coalición de organizaciones proinmigrantes de Nueva York aseguró que se encuentra desbordada por los miles de inmigrantes enviados desde Texas en los últimos meses y lanzó una campaña para conseguir un fondo de 20 millones de dólares para continuar brindándoles los servicios que necesitan.
Los grupos quieren ofrecer servicios de abogacía, salud, formación laboral, educación, transporte o búsqueda de vivienda a las miles de personas que ya llegaron y a las que se esperan.
Los inmigrantes están siendo enviados por el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, quien admitió abiertamente que quiere repartir la carga migratoria que soporta su Estado en su frontera y declaró que Nueva York y Washington, por ser ciudades progresistas gobernadas por alcaldes demócratas, son las que tienen que asumir su parte de un problema que considera nacional.
Nueva York, que por ley está obligada a brindar refugio a quien lo solicite, no está preparada para la marejada de personas sin techo que envió a su sistema de refugios.