Ginebra – EEUU, Suiza y Reino Unido son por este orden los países mejor preparados para tecnologías nuevas y emergentes como la inteligencia artificial (IA) o el big data, según un índice presentado este jueves por Naciones Unidas donde Latinoamérica, con Brasil y Chile a la cabeza, ocupa discretas posiciones.

La brasileña está en el puesto 41 en una clasificación de 158 economías elaborada por la Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (Unctad), donde Chile ocupa la posición 49, México la 57, Costa Rica la 61, Argentina la 65 y Panamá la 67, siendo las naciones latinoamericanas mejor situadas.

En la cola de la región se sitúan Nicaragua (que ocupa el puesto 125 en el índice global), Honduras (122º), Bolivia (116º) y El Salvador (106), mientras que Colombia es la 78ª, Perú la 89ª y Venezuela la 99ª.

En los primeros lugares destacan economías como Corea del Sur (séptima posición), Alemania (novena), Francia (13ª), Japón (18ª) o España (21), mientras que China e India, pese a liderar en investigación y desarrollo, están en el puesto 25 y 43, respectivamente, por sus deficiencias en telecomunicaciones.

La clasificación se elaboró midiendo cinco variables: investigación y desarrollo en nuevas tecnologías, estado de la industria de telecomunicaciones local, capacitación para los nuevos sectores, facilidades de financiación en ellos y despliegue general de estas industrias en el país.

El índice forma parte de un informe en el que la Unctad ha analizado no sólo el futuro de la IA y el manejo de grandes bases de datos, sino también sectores como el internet de las cosas, el blockchain, las redes 5G, la impresión 3D, la robótica, los drones, la edición genética, la nanotecnología y la energía fotovoltaica.

Unctad estima que estos sectores constituían un mercado de 350.000 millones de dólares en 2018 que a mediados de ésta década podría casi multiplicarse por 10 hasta los 3,2 billones de dólares, (de ellos, 1,5 billones en el internet de las cosas y 500.000 millones en robótica).

La organización quiere subrayar con su estudio que las nuevas tecnologías están aumentando la brecha económica entre países desarrollados y en desarrollo, como ha venido ocurriendo desde que las sucesivas revoluciones industriales cambiaran periódicamente las bases de la economía desde hace 250 años.

«Es fundamental que los países en desarrollo no pierdan la ola de las tecnologías de vanguardia, pues de lo contrario se profundizarán aún más las desigualdades», resumió al presentar el informe la secretaria general de Unctad, Isabelle Durant, quien pidió a sociedades y empresas mejor preparación para reducir la brecha.

El informe también recalca que junto a las enormes oportunidades de estos sectores nacientes llegan grandes desafíos, como el riesgo de que la automatización se apodere de los puestos de trabajo a gran escala, mientras se reducen los derechos laborales.

El estudio hace hincapié en que los gobiernos tienen un papel fundamental a la hora de allanar el camino de las tecnologías, especialmente en la creación de un entorno propicio y «garantizando que los beneficios de estas tecnologías sean compartidos por todos».