Rabat.– La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reclaman que se apliquen vías alternativas a la detención para los migrantes que han naufragado, tras el caso de los 7 supervivientes de una zodiac a la deriva arrestados en Mauritania al llegar a sus costas.

En un comunicado, ambas organizaciones se hacen eco de lo ocurrido a estos subsaharianos, que llegaron este lunes a una playa de Nuadibú, en Mauritania, después de casi 1.000 kilómetros a la deriva en una neumática que había salido trece días antes del Sahara con 54 personas a bordo, las cuales se fueron muriendo poco a poco en la travesía.

ACNUR y la OIM instan en un comunicado a la comunidad internacional a identificar a las personas vulnerables como estos supervivientes «para crear vías seguras y legales» y «establecer alternativas a la detención», así como a «reforzar la capacidad de búsqueda y rescate en las costas de Mauritania».

Después de esta última tragedia en el Atlántico que ha costado la vida a 47 personas en su afán de alcanzar las Islas Canarias, las organizaciones destacan «la necesidad urgente de más apoyo para prevenir nuevas tragedias en el mar».

La lancha neumática en la que viajaban, un tipo de embarcaciones que son fácilmente tragadas por las olas a causa de su fragilidad, se quedó sin gasolina al día y medio de salir el pasado 3 de agosto de El A+aiún (Sahara Occidental) y quedó entonces a la deriva rumbo al sur.

Poco a poco, según el relato de estos supervivientes detenidos en Mauritania, los tripulantes, entre los que había tres niños y diez mujeres (ha sobrevivido una), fueron muriendo de sed y hambre, hasta que las corrientes llevaron a la balsa a la playa mauritana con siete supervivientes.

Tres de ellos ingresaron en un hospital y otros cuatro fueron conducidos a un centro policial de detención de migrantes en Nuadibú, desde donde temen ser deportados a la frontera de Mali o Senegal en malas condiciones de salud, tanto física como psicológica.

ACNUR informa en la nota que está trabajando para proporcionarles asistencia y determinar si alguno de los supervivientes necesita protección internacional.

Las organizaciones recuerdan que esta tragedia ocurre apenas diez días después de que otras 40 personas perdieran la vida en la misma ruta y destacan también que desde octubre de 2020, alrededor de 1.200 personas han sido rescatadas frente a las costas mauritanas y han recibido asistencia médica en el marco de un programa de primeros auxilios establecido por la OIM.

OIM y ACNUR solicitan sin embargo más apoyo para poder continuar con sus intervenciones para salvar vidas.

El jefe de misión de la OIM en Mauritania, Boubacar Seybou, indica en la nota que a la organización le preocupa el hecho de que muchas personas rescatadas en el mar terminan en detención administrativa.

«De acuerdo con las recomendaciones incluidas en el Pacto Mundial sobre Migración, también deben existir alternativas para las personas supervivientes, quienes ya han sufrido fuertes traumas médicos y psicosociales», afirma.