Viktor Orban. EFE/EPA/ANDREJ CUKIC/Archivo

Kranj (Eslovenia) – El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, dijo este miércoles que con la crisis de refugiados de Afganistán «vuelve a ser una realidad» que la migración puede «destruir la identidad cultural de Europa» y conllevar riesgos como el «terrorismo».

«Fui el primero que definitivamente se opuso» a la política de aceptar refugiados «en 2015», dijo Orbán en el Foro Estratégico de Bled (Eslovenia), en referencia a su negativa a acoger a los migrantes que huían de la guerra de Siria.

«Este enfoque puede destruir la identidad cultural de Europa. Creo que (en 2015) llegaron muchas personas peligrosas a Europa que puede desembocar en terrorismo y en muchas dificultades sociales y no estamos preparados para afrontar estos nuevos retos», dijo durante la conferencia internacional que hoy y mañana reúne a dirigentes europeos y expertos para hablar del futuro de Europa.

«Con Afganistán esto vuelve a ser una realidad», sentenció Orbán.

El primer ministro húngaro aseguró que para resolver «los retos demográficos» de la UE, con un población envejecida, «no necesitamos a recién llegados, en lugar de nuestra propia gente que vive aquí originariamente».

«Se trata de un enfoque matemático. Si invitamos a otros de fuera de Europa esto cambiará la identidad cultural de Europa. Hay países que lo aceptan. Hungría no está entre esos países», ahondó.

Por contra, defendió que la «política de familia tradicional cristiana puede ayudarnos ante esta crisis demográfica».

Orbán dijo también que «las disputas sobre asuntos migratorios en la UE han creado muchas diferencias» y aseguró que «ahora no somos capaces de superar esta brecha».

El primer ministro de Hungría rebatió así al presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, que durante su intervención en el mismo foro se mostró «decepcionado» porque la UE no acoja a refugiados afganos.