Madrid, .- La principal organización que representa a las personas LGBT migrantes en España, Kifkif, denuncia la falta de citas disponibles para tramitar el asilo, lo cual ha generado una «mafia» en la que algunas personas las adquieren para luego revenderlas a extranjeros.

Kifkif (2002) es la institución referente en España en el acompañamiento de personas LGTBI migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo que opera desde hace veinte años en todo el país.

Hasta la fecha, han acompañado a más de tres mil migrantes de cuarenta nacionalidades diferentes, más de la mitad procedentes de Latinoamérica, especialmente de Perú, Colombia, Venezuela y El Salvador.

La coordinadora de la organización, Lourdes Gómez, denuncia que durante este tiempo el principal problema que se han encontrado es que el Ministerio del Interior no ofrece suficientes citas de asilo.

«Esto deja a estas personas en un limbo administrativo, sin comprender que acceder a estas entrevistas es fundamental para ellas», afirma en declaraciones a EFE.

«No puede ser que el Gobierno tarde entre 3 y 6 meses en otorgar una cita, lo cual deja a las personas en situación irregular, impidiéndoles obtener una tarjeta sanitaria o buscar empleo», denuncia.

Además, indica cómo, debido a esta falta de citas disponibles, ha empezado a crearse una especie de mafia que adquiere muchas de ellas para luego venderlas.

ENCONTRAR UNA COMUNIDAD

Kifkif tiene como misión acompañar en los procesos vitales y de cambio de las personas LGTBI migrantes ofreciéndoles -entre otras cosas- apoyo psicológico, ya que muchas de ellas llegan prácticamente huyendo.

«La atención que brindamos es integral, ya que somos la primera puerta de acogida para las personas que llegan, debido a que ya tenemos muchas redes establecidas», explica Gómez.

Además, señala que, si bien en muchos países (especialmente en América Latina) no existe una legislación criminalizadora, el problema fundamental es de estigma social.

«Kifkif les proporciona espacios sociales seguros donde pueden ser ellos mismos y hablar con confianza», explica.

Asimismo, los ayudan a enfrentar la primera entrevista con un funcionario desconocido, en la que deben contar su historia de vida, que a menudo es muy difícil, debido a lo que han pasado.

«En muchos casos, las entrevistas son muy invasivas en términos de intimidad. Deberían establecerse parámetros que permitan obtener la información necesaria sin sobrepasar ciertos límites», advierte la coordinadora de la organización.

Las tres áreas donde trabaja Kifkif son intervención social con diferentes áreas de apoyo, acciones políticas para ayudar a este colectivo y todo lo relacionado con salud sexual y VIH. EFE