Tegucigalpa (Por Verónica Castro)– En su niñez, Osiris era motiva por su madre, Reina Ferrera a gritar desde lo alto del cerro Juana Laínez anunciándole a Tegucigalpa que la iba a conquistar. Dos décadas después, la voz de Osiris Ferrera resonó al otro lado del mundo, en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, el acervo pictórico más importante de España y uno de los más importantes de todo el mundo.
Con su voz, la artista del performance humanizó ante una audiencia multicultural a las víctimas de las muertes violentas y feminicidios ocurridos en Honduras con su obra, “Más que números”.
Osiris, una artista que nació en los 90´en Tegucigalpa y formada académicamente en el corazón de Comayagüela, en los salones de la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA), sintió la necesidad de humanizar los números que las autoridades y muchas veces los medios de comunicación, presentan como un número más.
“Lo frío y la crudeza de una estadística, no cuenta la realidad de una historia, el sentir de la familia que pierde a un ser amado, no cuenta la esencia de esa hija, hermana, madre, de esa amiga, esa fue la necesidad que tuve, porque somos más que números”, aseveró.
Visibilizando la realidad hondureña
Osiris relata que cuando la curadora Semíramis González le comunicó que había sido seleccionada para ser parte del programa «Visión y presencia», realizado en colaboración con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Casa de América de Madrid, no lo podía creer, “me impactó conocer que sería parte del proyecto”.
Con «Visión y presencia» se visibiliza en España proyectos de mujeres creadoras de distintas partes del mundo, Osiris fue seleccionada junto a Scarlett Rovelaz para representar a Honduras.
A Ferrera le asignaron el Hall Central, un espacio donde concurren los visitantes que llegan al Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, así que la audiencia estaba garantizada.
“Más que números”
Una pizarra, un marcador y un cúmulo de cifras con la realidad detrás de cada una de estas, acompañaron a Osiris en su performance, que gira en torno a un tema muy sensible para esta artista, quien es madre de una niña llamada Antonella.
“La acción consiste en que voy evidenciando los datos estadísticos desde 2012 hasta el 2022, son datos específicamente de feminicidios”, relata al agregar que tras escribirla expresa a la audiencia la realidad detrás de ese número.
A continuación una compilación de fotografías realizada por Mónica Egido (@monica_egido), Carmen Suárez Marcos (@consdesuarez) bajo la coordinación de Muy Yeah Films (@muyyeahfilms) del performance «Más que cifras», de Osiris Ferrera en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza en abril de 2023.
A la artista le tomó dos años de investigación para montar ´Más que números´, con información de los feminicidios y muertes violentas contra mujeres de la última década, una cifra que sobrepasa los 4,300 y que recopiló con dificultad, “no querían que se dieran cuenta cuántos feminicidios han ocurrido en el país”, señala.
Además, este proceso fue desgastante, agotador y perturbador. “Como mujer, es lamentable que estamos a tanta violencia, a circunstancia que se van dando”, dijo al agregar que ha sido víctima de acoso sexual y acoso callejero.
Para la artista, saber tantos datos hace más difícil llevar la realidad del país, por eso, cuando durante su performance hace la acción de relatar que hay detrás de cada cifra, es liberador, según sus palabras, pero es consciente de que al final, “las que estamos acá, que seguimos vivas, somos las que tenemos que hablar porque ellas, las víctimas de feminicidio ya no pueden hacerlo”.
Conquistando sueño
Osiris creció junto a su hermano, Miguel y su madre Reina Rebeca, en un hogar donde la expresión de las emociones no tenía censura. “Mi madre siempre me inculcó valores y lograr nuestros sueños. Algo que siempre recordamos con mi hermano es que mi mamá nos llevó al cerro Juana Laínez y nos puso a gritar ´ciudad te vamos a conquistar´”.
Miguel lo ha hecho desde el deporte, representando a Honduras en competencias de taekwondo y Osiris mediante las artes, llevando el nombre de Honduras a escenarios como el Thyssen.
La artista comentó también el impulso que le dio su hermano al llevar a su primer encuentro con el mundo de las artes al inscribirla a un taller artístico de pintura. Luego, cuando llegó la hora de decidir una carrera de educación media, hizo un trato con su mamá, que consistía en que, si ella no pasaba el examen de admisión en Bellas Artes, estudiaría la carrera que su progenitora indicara.
En la ENBA tuvo la influencia de maestros que le han permitido seguir creando arte y expresándose mediante los performances, como el maestro César Manzanares.
En la actualidad, Osiris imparte clases de arte, está cursando las últimas clases de licenciatura de Pedagogía y disfruta de su familia mientras sigue creando. «A futuro espero abrir una brecha más para las mujeres artistas en Honduras, para que muchas más mujeres jóvenes puedan ir a espacios increíbles a mostrar su arte». VC