Sapporo (Japón).- El gol de Mikel Oyarzabal frente a Australia (0-1) acabó con la sequía goleadora de España en unos Juegos Olímpicos alargada durante veintiún años y 515 minutos jugados, desde que marcó Gabri García en la final de Sidney 2000 frente a Camerún el tanto que supuso el 2-0, en el partido que al final ganó la selección africana en los penaltis (3-2).

El extenso tiempo sin anotar un tanto se debe, sobre todo, a las numerosas ausencias e España en el torneo olímpico. La selección española no pudo defender la medalla de plata conseguida el 30 de septiembre del 2000 en Atenas 2004 y tampoco participó en Pekín 2008. No fue hasta Londres 2012 cuando volvió a vivir el sueño Olímpico, aunque no tardó en convertirse en pesadilla.

Un gran equipo reforzado por tres jugadores que llegaban tras ser campeones de Europa con la absoluta -Javi Martínez, Juan Mata y Jordi Alba-, que no pudo pasar de la primera fase y que no fue capaz de marcar un solo gol. Perdió contra Japón y Honduras (0-1) y empató a cero contra Marruecos en una decepcionante primera fase.

En Tokio 2020, España llegó también con refuerzos de los ‘mayores’. Seis jugadores que antes habían disputado la Eurocopa 2020 con la absoluta: Unai Simón, Pau Torres, Eric García, Pedri, Mikel Oyarzabal y Dani Olmo y con la vitola de ser la gran favorita al oro. Pero no pasó del empate contra Egipto en el debut (0-0) y los fantasmas de Londres comenzaron a aparecer cuando el tiempo pasaba frente a Australia y no se conseguía marcar.

No fue hasta el minuto 80 cuando Mikel Oyarzabal, con un cabezazo tras un buen centro de Marco Asensio, logró superar al guardameta Tom Glover y romper la sequía de España en unos Juegos Olímpicos.