San Juan.- El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, envió hoy una carta al presidente de EE.UU., Donald Trump, en la que rechaza la respuesta que el Gobierno federal dio a la CIDH sobre una querella que denuncia la violación de DD.HH. de los puertorriqueños al no permitirles votar para elegir a un mandatario estadounidense.
En una carta a la OEA fechada el 28 de junio, la Administración Trump quiso desestimar la petición, presentada por el exgobernador Pedro Rosselló, y asegura que el estatus actual de la isla, como Estado Libre Asociado, no está en violación de la Declaración Americana, firmada por el país en 1948 y que constituye un marco legal para la protección de los DD.HH. en América.
«El trato desigual que ha recibido el pueblo de Puerto Rico en instancias particulares de la respuesta al huracán María, junto a las posiciones tomadas por el Departamento de Estado federal ante esta demanda, constituyen evidencia contundente de que no todos los ciudadanos americanos son iguales», expresó el actual mandatario.
El exgobernador Pedro Roselló presentó en 2006 la querella contra EE.UU. ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la «violación a los DD.HH.» de los ciudadanos en Puerto Rico por impedir que elijan representantes con plenos derechos en el Congreso federal y a votar por el mandatario de EE.UU.
«Declarar que Puerto Rico es un territorio de Estados Unidos con gobierno propio, como indica la misiva, ignora el hecho de que el Congreso utiliza sus poderes plenarios para imponer leyes federales a los puertorriqueños, sin que estos tengan representación en el Senado de los Estados Unidos, ni representación con voto en la Cámara de Representantes», afirmó el primer ejecutivo en un comunicado.
Rosselló añadió, según la nota, que el «gobierno federal intenta legitimar una relación colonial, indigna e injusta, donde se discrimina contra ciudadanos americanos que residen en un territorio bajo la propia bandera de Estados Unidos».
En su respuesta, el Departamento de Estado federal asegura que los puertorriqueños sí pueden votar por su presidente, pero no mientras viven en Puerto Rico.
«Estos argumentos obvian que los ciudadanos americanos (estadounidenses) que residen en Puerto Rico quieren votar por su presidente y, al mismo tiempo, continuar residiendo en la isla,» indica Rosselló en la carta cursada a Trump.
«Le pido que su Administración sostenga los valores democráticos, la libertad y la búsqueda de la felicidad, tal cual establecen la Declaración de Independencia y la Constitución de Estados Unidos, y que reconozca que el estatus político de Puerto Rico es discriminatorio y permite un trato desigual a ciudadanos americanos», añadió.
«Confío en que, por medio de este reconocimiento, podamos trabajar mano a mano para abolir la colonia de una vez y por todas», concluyó Rosselló.
La Organización de Estados Americanos celebrará una sesión de la CIDH el 14 de octubre en Boulder (Colorado), en la que las partes interesadas declararán.