Ciudad de Panamá – Panamá y Honduras firmaron un convenio para la restauración y fortalecimiento del manejo forestal en sus territorios, que incluye el intercambio de experiencias y la capacitación de personal, informó este viernes el Gobierno panameño.

El convenio fue suscrito por los ministros de Ambiente de Panamá, Milciades Concepción, y de Honduras, Mario Martínez, en el marco de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26) que se celebra en la ciudad escocesa de Glasgow.

El Ministerio de Ambiente de Panamá indicó que con este convenio «se pretende garantizar el manejo forestal en bosques naturales, plantaciones forestales, así como el fortalecimiento de la Industria Forestal y monitoreo de bosques».

El ministro Concepción dijo que este instrumento apoyará acciones en ambos países con el objetivo de lograr «una real restauración del paisaje forestal», que a su vez promueva una economía verde en la que «se realce la importancia de la cobertura boscosa tanto en la economía de los sectores rurales como para el ambiente».

De acuerdo con la información oficial panameña, otro de los objetivos del convenio bilateral es desarrollar acciones y actividades conjuntas para «fortalecer el trabajo» de los ministerios de Ambiente «en lo relativo a la conservación, protección de la calidad ambiental y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales».

Panamá libra una ardua batalla contra la deforestación y actualmente cuenta con el 65 % de su territorio conformado por bosques. En la década de 1950 la cobertura boscosa del país era del 90 %, pero para 2012 se había reducido en cerca del 50 %.

Panamá es uno de los tres países del mundo calificado como «carbono negativo», lo que es consecuencia de su gran cobertura boscosa, dijo a Efe el ministro Concepción en una entrevista previa a su viaje a Glasgow para participar en la COP26.

Por su parte, las autoridades hondureñas prevén restaurar un millón de hectáreas al 2030, para contrarrestar los efectos del cambio climático, debido al daño ambiental que ha reducido en las últimas décadas el caudal de muchas fuentes de agua como ríos y quebradas.

Honduras pierde anualmente unas 78.000 hectáreas de bosques por la tala ilegal, incendios y el consumo de leña como combustible, según fuentes ambientalistas públicas y privadas.