Roma- El papa Francisco celebró hoy el acuerdo al que han llegado la diócesis de San Severo en Apulia (sur de Italia) y su Ayuntamiento para registrar como residentes en algunas parroquias rurales a los braceros africanos indocumentados que trabajan durante el verano en el campo.

Tras el rezo del Ángelus, el papa agradeció a la diócesis y al Ayuntamiento la firma el pasado 28 de octubre de este memorando de entendimiento, que «permitirá a los trabajadores de los llamados ‘guetos de la Capitanata’, en la zona de Foggia, obtener una domiciliación en las parroquias y la inscripción en el registro municipal».

Francisco alabó que este acuerdo, que no tiene precedentes en Italia, otorgará documentos de identidad y una residencia a estas personas y «les ofrecerá una nueva dignidad», además de permitirles «salir de una condición de irregularidad y explotación».

Cada verano, miles de inmigrantes procedentes de países como Nigeria, Ghana, Senegal y Gambia, pero también del este de Europa, trabajan en la recogida de cosecha en la zona de La Capitanata, en la provincia de Foggia, pero lo hacen en negro, porque son irregulares.

No pueden inscribirse como residentes en Italia ni pagar sus impuestos, ya que carecen de un domicilio fijo durante un periodo determinado de tiempo, tal y como exige la ley.

Para ellos, ser inscritos en los registros municipales como residentes en estas parroquias les permitirá poner en regla su situación, disfrutar de servicios sociales y tener la posibilidad de firmar un contrato de trabajo.

Uno de los principales impulsores del acuerdo ha sido el limosnero del papa, el cardenal Konrad Krajewski, que visitó a los inmigrantes indocumentados en esta zona el pasado septiembre, informa el portal de información vaticana Vatican News.

«Los braceros quieren pagar sus impuestos, ser reconocidos, trabajar dignamente, pero sin documentos no pueden», declaró Krajewski a los medios italianos durante su visita.