Ciudad del Vaticano.– El papa Francisco denunció este miércoles que algunos gobernantes tratan a los migrantes como una amenaza y pidió a los cristianos que muestren que no existe solo hostilidad e indiferencia hacia ellos.
Durante la audiencia general celebrada en el aula Pablo VI en el Vaticano, Francisco aprovechó el pasaje del Evangelio sobre el naufragio de Pablo y su llegada a Malta para volver a referirse a la acogida a la migración en nuestros días.
«En todo el mundo, los hombres y mujeres migrantes enfrentan viajes arriesgado para escapar de la violencia, la guerra, la pobreza. Como Pablo y sus compañeros experimentan la hostilidad del desierto, de los ríos, de los mares», dijo
Y agregó: «y a veces no les dejan desembarcar en los puertos», en una referencia a la política del anterior Gobierno italiano, cuando era ministro del Interior, Matteo Salvini.
«Pero, desafortunadamente, a veces también encuentran una hostilidad mucho peor que la de los hombres. Son explotados por traficantes criminales. Son tratados como números y como una amenaza por algunos gobernantes», señaló.
Denunció que a veces se «les rechaza como una ola hacia la pobreza o los peligros de los que huyeron».
Y ante ello, Francisco exhortó a todos los cristianos – ya que se celebra la semana de oración por la unidad de los cristianos – a «trabajar juntos para mostrar a los migrantes el amor revelado de Dios» y a «testificar que no solo hay hostilidad e indiferencia y que cada persona es preciosa para Dios y amada por Él»,
Aunque recordó que las divisiones aún existen con los otros cristianos, Francisco instó de nuevo «a trabajar especialmente por aquellos cuya vida es más vulnerable».
Al final de la audiencia, el pontífice recordó «que el 25 de enero, en el Lejano Oriente y en otras partes del mundo, muchos millones de hombres y mujeres celebrarán el año nuevo lunar» e invitó a rezar «también por la paz, el diálogo y la solidaridad entre las naciones: regalos que son cada vez más necesarios, sobre todo en el mundo de hoy».