El gobernador de California Gavin Newsom (L) habla con los medios de comunicación mientras él y el ex gobernador Arnold Schwarzenegger ven nuevos equipos de extinción de incendios para CAL FIRE en McClellan Park, California, EE. UU., el 01 de agosto de 2019. EFE/EPA/John G. Mabanglo/Archivo

Phoenix (AZ) – La deportación del veterano de la Marina de los Estados Unidos José Segovia Benítez, quien ya se encontraba en un avión en Arizona para ser traslado a El Salvador, dio un giro inesperado este jueves cuando la expulsión del país fue detenida de manera imprevista.

El gobernador de California, Gavin Newsom, analiza una solicitud de indulto para el veterano de la Guerra de Irak, quien terminó en manos de Inmigración en 2018 después de pagar varios años de prisión por delitos graves que incluyen asalto con un arma mortal, posesión de narcóticos y lesiones corporales a un cónyuge.

La semana pasada, los veteranos del grupo Green Card Veterans, de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), contrataron al bufete de abogados Roy Petty & Associates para ayudar a este residente de Long Beach (California) que llegó a EE.UU. cuando tenía tres años de edad.

El salvadoreño, quien prestó servicio militar por cinco años en EE.UU., permanecía desde 2018 recluido en un centro de detención en Arizona, donde esperaba su deportación, pero un giro de último minuto provocó la movilización de autoridades el miércoles por la noche para detener el proceso.

Mientras Segovia abordaba el avión con destino a El Salvador, sus padres estaban a punto de abordar otro avión en el aeropuerto de Los Ángeles para viajar al país centroamericano, donde se reunirían con su hijo este jueves.

Por ahora la deportación se ha detenido, dijo en su página de Facebook, Military Families Speak Out, organización que lo ha acompañado durante el proceso.

De esta forma ganan tiempo para que tenga éxito el llamado urgente que grupos de defensores de los inmigrantes en Estados Unidos hicieron el miércoles a Newsom para que otorgue un perdón al salvadoreño que evite su deportación.

El marino sirvió como no ciudadano con residencia legal permanente en las fuerzas armadas de EE.UU. y aunque presentó una solicitud de ciudadanía mientras aún estaba en el ejército su proceso no logró finalizar con éxito.

Segovia regresó del servicio militar en 2004 después de sufrir una lesión cerebral que nunca fue tratada adecuadamente, dijo su familia, que reconoció que el veterano tuvo posteriormente problemas con las drogas y la ley.

Ahora, alegan que, debido a sus grandes tatuajes de la Estatua de la Libertad y los Marines de los Estados Unidos, Segovia podría ser un objetivo de alto perfil para pandilleros en caso de ser deportado a El Salvador.