París – Los Juegos Olímpicos de París deberían ser los últimos organizados con Thomas Bach como presidente del Comité Olímpico Internacional (COI). El mandato del abogado alemán vence en 2025 y, sin embargo, a nadie le sorprendería que, de manera excepcional, las reglas se cambiaran para permitir su continuidad.
La Sesión del COI que se reunirá desde este martes en París no tomará en principio ninguna decisión al respecto, porque la propia comisión de Ética del organismo recomendó que el asunto se tratase una vez concluidos los Juegos Olímpicos, pero cada vez son más las voces que piden a Bach que prolongue su presidencia.
La última, la de Alejandro Blanco, que no es miembro del COI pero, como presidente del Comité Olímpico Español (COE), tiene peso en la postura de los comités nacionales europeos, una de las principales patas del Movimiento Olímpico.
«El deporte está atravesando una situación muy complicada. Las federaciones internacionales ya no tienen la preponderancia que tenían antes. La base que sujeta al movimiento deportivo es el COI y tiene un líder reconocido a nivel deportivo y a nivel político. Lo saben tanto en la ONU como en el G-20. En todos esos foros Thomas Bach tiene voz y su palabra se escucha», comento Blanco a EFE.
«Mi opinión», dijo, «es que Bach debe continuar para que el Movimiento Olímpico se potencie, y sobre todo se consolide, en estos momentos de dificultad».
«En caso de que él decida no continuar, habrá una serie de candidatos que sin duda podrán intentar que el COI siga manteniendo el nivel. Pero creo que en este momento», argumentó, «pedir a Thomas Bach que continúe es la mejor opción para tener el mismo nivel de entendimiento con las organizaciones políticas. Y, al mismo tiempo, para mantener la independencia del deporte de los organismos internacionales».
El mandato de Bach comenzó en 2013. Tras cumplir un primer periodo de ocho años, fue reelegido para un segundo de cuatro, lo máximo que permite la Carta Olímpica.
Fue en la Sesión del año pasado en Bombay cuando varios miembros del COI pidieron un cambio de reglas para que el dirigente bávaro sumase un nuevo mandato.
La aparición de nuevos circuitos deportivos profesionales al margen de las federaciones y la injerencia de los gobiernos en el deporte, empezando por el de Rusia, son algunos de los motivos que esgrimen quienes desean al frente del COI una mano experimentada. También recuerdan cómo Bach condujo al Movimiento Olímpico a lo largo de la pandemia, tomando la decisión sin precedentes de aplazar un año los Juegos de 2020 y liderando el reparto mundial de vacunas entre los deportistas y otros colectivos.
Aunque Bach no puede referirse a su posible continuidad, es improbable que la Sesión del COI avance sin que nadie vuelva a insistir en este asunto. El presidente recibió con satisfacción hace un año las muestras de apoyo y nunca se pronunció de forma nítida sobre su futuro. En más recientes declaraciones se escudó en el mandato de la comisión de Ética para mantener su silencio, pero recordó que, en caso de que la asamblea tuviera que decidir sobre un cambio de la Carta Olímpica, se podría convocar sin mayor dificultad y con plenas garantías una votación postal, pasados ya los Juegos de París.
Bach, campeón olímpico de esgrima en 1976, cuenta entre sus mayores éxitos con la creación de un Equipo Olímpico de Refugiados, que en París participará en sus terceros Juegos. La iniciativa ha recibido numerosos premios, entre ellos el Princesa de Asturias de los Deportes.