Washington – La presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, criticó hoy que el presidente, Donald Trump, utilice la amenaza de redadas masivas «brutales» contra inmigrantes indocumentados con el objetivo de infundir miedo.
«Estas acciones brutales van a aterrorizar a niños y separarán a muchas familias. (…) Las familias deben permanecer unidas; todos en nuestro país tienen derechos. Oramos para que el presidente cambie de opinión», dijo Pelosi en una rueda de prensa en el Capitolio.
La líder demócrata explicó que apelará a los seguidores evangélicos de Trump para que lo presionen para suspender las redadas, que según el diario The New York Times, podrían comenzar el domingo en al menos diez ciudades del país para capturar a inmigrantes indocumentados y sus familiares, lo que aún no ha sido corroborado por el Gobierno.
«Los hispanos evangélicos, que votaron al presidente por otros motivos, están muy preocupados y piensan que esto ha llegado demasiado lejos. Me han dicho que este domingo su gente se sentirá amenazada y con miedo mientras se preparan para ir a la iglesia», destacó Pelosi.
La política subrayó la importancia de proteger a los niños de familias indocumentadas y señaló que muchos de estos núcleos familiares tienen miembros con distintos estatus legales.
En su información, The New York Times, que citó a dos funcionarios y a un exfuncionario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), que pidieron el anonimato, detalló que en esas redadas las autoridades podrían detener a inmigrantes «que estén en el área aún cuando ellos no fueran los buscados».
«En la medida en que sea posible, los miembros de familias arrestados juntos serán llevados a centros de detención para familias en Texas y Pensilvania. Pero, debido al espacio limitado, algunos podrían terminar en hoteles mientras se preparan sus documentos de viaje», dijo el rotativo.
Los funcionarios consultados señalaron que ICE buscará primero a unos 2.000 inmigrantes que ya han recibido órdenes de deportación y que, en algunos casos, no se presentaron a las audiencias en los tribunales de inmigración.
Entre las ciudades donde podrían ocurrir esas redadas se cuentan Chicago (Illinois), Baltimore (Maryland), Nueva York (Nueva York), Houston (Texas), Los Ángeles (California) y Miami (Florida).