Washington.- El Departamento de Defensa de Estados Unidos aseguró este jueves que no contempla la posibilidad de gestionar campos de detención de inmigrantes incluso si estos se encuentran bajo su jurisdicción, tal y como habían apuntado algunos medios de comunicación locales a lo largo de los últimos días.
«No, no gestionaríamos esas instalaciones», afirmó categóricamente este jueves el portavoz en funciones del Pentágono, Charlie Summers, durante un encuentro con periodistas.
Según informó la cadena NBC la semana pasada, un grupo de asesores del presidente de EE.UU., Donald Trump, se había reunido con representantes del Departamento de Defensa para evaluar la posibilidad de que las Fuerzas Armadas se encargaran de levantar tiendas de campaña para crear campos de detención y que estos fueran gestionados por militares.
El año pasado, el Pentágono reconoció estar evaluando una solicitud de la Casa Blanca para establecer campamentos que sirvieran para alojar a los inmigrantes que fueran apresados al entrar en el país de manera irregular por la frontera sur.
Sin embargo, la posibilidad de que fueran los propios soldados los que se encargaran de la gestión de estos centros podría suponer un grave problema jurídico debido a una ley de 1878 -conocida como «Posse Comitatus»- que prohíbe usar a los soldados para tareas de seguridad y orden público a nivel nacional.
Asimismo, Summers también abordó la posibilidad de que las Fuerzas Armadas pongan más efectivos a disposición del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) para colaborar en tareas de control fronterizo, una posibilidad que el propio Trump planteó el pasado 10 de abril.
«No hemos recibido ninguna solicitud nueva del DHS por el momento», dijo el portavoz.
En estos momentos el Pentágono mantiene a cerca de 6.000 militares destacados en la linde con México, entre soldados en activo y reservistas de la Guardia Nacional. Su misión es prestar apoyo a los agentes fronterizos en tareas logísticas y de vigilancia.
Además, el Pentágono ha recurrido a su partida presupuestaria para ayudar a la Casa Blanca a sacar adelante su proyecto de construir un muro fronterizo con México.
La cartera de Defensa ya ha destinado unos 1.000 millones de dólares para erigir 92 kilómetros de muro, construir y mejorar carreteras e instalar luces.