Ciudad de Guatemala – El Gobierno de Guatemala informó este sábado que unas 130 personas han intentado ingresar irregularmente al país, procedentes de una pequeña caravana migrante que salió de Honduras en busca de llegar a Estados Unidos.

Las 130 personas fueron ubicadas en su mayoría por las autoridades guatemaltecas, que revisarán su documentación para determinar si pueden permanecer en el territorio o deben ser devueltas a Honduras, precisó a periodistas el Instituto Guatemalteco de Migración.

El ingreso irregular tuvo lugar en la frontera El Corinto, entre Honduras y Guatemala, unos 300 kilómetros al noreste de la capital del país, específicamente en el departamento de Izabal.

De igual forma, a otras 14 personas se les detuvo al intentar ingresar de manera ilegal a Guatemala, sin los documentos necesarios, subrayó la misma fuente.

«Si cumplen con los requisitos migratorios y sanitarios podrán ingresar a territorio guatemalteco», aseveró el Instituto Guatemalteco de Migración en referencia a documentos de identidad, una prueba negativa de la covid-19 y constancia completa de vacunación.

DESDE SAN PEDRO SULA

La de este sábado es la primera caravana de migrantes de la región en 2022 y salió desde San Pedro Sula, en el norte de Honduras, en busca de un trabajo para sobrevivir, según dijeron algunas personas antes de su partida.

«Nos vamos por falta de empleo, vamos a buscar un futuro mejor», dijo Miguel Domínguez, un perito mercantil, originario de Taulabé, departamento de Comayagua, en la región central de Honduras.

Fueron alrededor de 700 los migrantes que partieron desde San Pedro Sula, pero a su llegada a Guatemala fueron disueltos o avanzaron en pequeños grupos por puntos ciegos de la frontera.

La primera caravana migrante de este tipo salió en octubre de 2018 desde Honduras rumbo al punto fronterizo de Agua Caliente, al sur de El Corinto.

El Gobierno guatemalteco estableció el 6 de enero diversos «protocolos» tras conocer información sobre la posible salida de una caravana desde Honduras este 15 de enero.

Los protocolos establecidos incluyen «puestos de control sobre la ruta migratoria» en «puntos estratégicos» para detectar a quienes intenten ingresar a Guatemala sin los requisitos requeridos por la ley.

La última caravana migrante masiva se registró en enero de 2021 con la participación de alrededor de 9.000 hondureños, quienes fueron bloqueados y disueltos en la frontera guatemalteca por las fuerzas de seguridad locales.

Sin embargo, unos 3.000 hondureños sí lograron avanzar por Guatemala y se colaron hasta México en pequeños grupos, con el objetivo de llegar a Estados Unidos en busca del «sueño americano».

El bloqueo en 2021 por parte de las fuerzas de seguridad de Guatemala fue decisión del Gobierno que preside Alejandro Giammattei, para no dejar avanzar a quienes carecieran de documentos de identidad y una prueba negativa de la covid-19.

La decisión forma parte de la política migratoria ordenada por Giammattei, ya que en 2018 y 2019 las caravanas de migrantes pudieron avanzar sin contratiempos por el territorio guatemalteco.

Cada año más de 500.000 guatemaltecos, hondureños y salvadoreños intentan emigrar de manera irregular a Estados Unidos para buscar mejores condiciones de vida, alejados de la pobreza y la violencia en la región.