Lima, 3 abr (EFE).- La superintendente nacional de Migraciones de Perú, Roxana Del Águila, destacó las "soluciones legales rápidas, creativas e innovadoras" que han emprendido las autoridades peruanas para atender y acoger a los 728.120 migrantes venezolanos que se encontraban en el país a final de marzo. "Esto que parecía que se iba de las manos y se desbordaba, pero hemos respondido y hemos trabajado veinticuatro horas y así hemos controlado ese mar de gente que pedía auxilio desde su ingreso", comentó Del Águila en declaraciones a la Agencia Efe. "Hemos dado transparencia y eso ha permitido que esta sociedad que llegaba en busca de un lugar sea atendida sin largas colas, en la hora citada, y con la mayor cordialidad", añadió. El grueso de los venezolanos que se encuentran en Perú llegó el año pasado, con alrededor de medio millón en 2018 y picos masivos de 5.000 personas que ingresaban cada día desde Ecuador. Ahora ese flujo ha descendido a 1.500 diarios y se mantiene constante. "En esta última semana, hemos visto que el 26 % son niños. Vienen al reencuentro con sus padres, que ya llegaron antes. También hay bastantes personas de la tercera edad que vienen a encontrarse con sus hijos", comentó Del Águila. La funcionaria explicó que la mayoría de venezolanos que llega actualmente a Perú solicita refugio al Ministerio de Relaciones Exteriores, un recurso utilizado por unos 200.000 desde que el año pasado se cerrase el plazo para acceder al Permiso Temporal de Permanencia (PTP) que otorga Migraciones. El PTP, un documento especial de estancia en Perú creado por el Gobierno peruano para acoger a este "éxodo" de venezolanos, fue solicitado por 495.000 migrantes, el 88,7 % de los venezolanos que se encontraban en el país al 31 de octubre de 2018, fecha límite de ingreso para solicitar la permanencia especial. "Los que no lo solicitaron fue un porcentaje mínimo a diferencia de Colombia, que tuvo que ampliar el plazo porque las personas no iban a solicitar el Permiso Especial de Permanencia (PEP)", señaló Del Águila. "Nosotros fuimos los primeros que planteamos el PTP, que es una innovación que nace aquí. Inicialmente nadie comprendía de qué se trataba, pero esto fue entendido", añadió. La superintendente de Migraciones señaló que el PTP les ha permitido tener "una base de datos muy grandes, con información del 100 % de las personas". "Eso significa poder tener el control de nuestros extranjeros en el país y poder determinar las políticas públicas que el Perú necesita, básicamente en trabajo, educación, salud y justicia", precisó. "Han sido grandes desafíos que hemos enfrentado y que no existe en ninguna parte del mundo que tenga este tipo de información migratoria como la que tiene el Perú", apuntó. Esto incluye no solo las huellas dactilares sino fotos biométricas que se toman a cada uno de los venezolanos que ingresan al país. Otra facilidad para aligerar la burocracia fueron actas extraordinarias de trabajo que permitían tener empleo mientras se tramitaba su PTP. Del Águila reveló que Migraciones ha comenzado a entregar "un carné de extranjería especial" de residencia para los venezolanos a los que ya se les vence el PTP, cuyo plazo era de un año. Sobre la exigencia impuesta el año pasado por el Gobierno peruano de exigir pasaporte a los venezolanos para ingresar a Perú, Del Águila explicó que esto no ha cerrado las puertas a ningún venezolano. Primero porque contemplaba excepciones como mujeres embarazadas, ancianos, niños y enfermos, y también porque el resto que no entraba dentro de estos casos pedía refugio a la Cancillería. Asimismo, confirmó que su institución está atenta a las deliberaciones que están realizando los ministerios del Interior y de Exteriores para comenzar a otorgar una visa humanitaria, cuya posibilidad fue anticipada esta semana por el canciller Néstor Popolizio ante una comisión parlamentaria del Congreso de Perú. La ONU estima que 3,4 millones de venezolanos han abandonado su país por la crisis que atraviesa, con Colombia y Perú como los dos principales países receptores de este éxodo.

Lima – La superintendente nacional de Migraciones de Perú, Roxana Del Águila, destacó las «soluciones legales rápidas, creativas e innovadoras» que han emprendido las autoridades peruanas para atender y acoger a los 728.120 migrantes venezolanos que se encontraban en el país a final de marzo.

«Esto que parecía que se iba de las manos y se desbordaba, pero hemos respondido y hemos trabajado veinticuatro horas y así hemos controlado ese mar de gente que pedía auxilio desde su ingreso», comentó Del Águila en declaraciones a la Agencia Efe.

«Hemos dado transparencia y eso ha permitido que esta sociedad que llegaba en busca de un lugar sea atendida sin largas colas, en la hora citada, y con la mayor cordialidad», añadió.

El grueso de los venezolanos que se encuentran en Perú llegó el año pasado, con alrededor de medio millón en 2018 y picos masivos de 5.000 personas que ingresaban cada día desde Ecuador. Ahora ese flujo ha descendido a 1.500 diarios y se mantiene constante.

«En esta última semana, hemos visto que el 26 % son niños. Vienen al reencuentro con sus padres, que ya llegaron antes. También hay bastantes personas de la tercera edad que vienen a encontrarse con sus hijos», comentó Del Águila.

La funcionaria explicó que la mayoría de venezolanos que llega actualmente a Perú solicita refugio al Ministerio de Relaciones Exteriores, un recurso utilizado por unos 200.000 desde que el año pasado se cerrase el plazo para acceder al Permiso Temporal de Permanencia (PTP) que otorga Migraciones.

El PTP, un documento especial de estancia en Perú creado por el Gobierno peruano para acoger a este «éxodo» de venezolanos, fue solicitado por 495.000 migrantes, el 88,7 % de los venezolanos que se encontraban en el país al 31 de octubre de 2018, fecha límite de ingreso para solicitar la permanencia especial.

«Los que no lo solicitaron fue un porcentaje mínimo a diferencia de Colombia, que tuvo que ampliar el plazo porque las personas no iban a solicitar el Permiso Especial de Permanencia (PEP)», señaló Del Águila.

«Nosotros fuimos los primeros que planteamos el PTP, que es una innovación que nace aquí. Inicialmente nadie comprendía de qué se trataba, pero esto fue entendido», añadió.

La superintendente de Migraciones señaló que el PTP les ha permitido tener «una base de datos muy grandes, con información del 100 % de las personas».

«Eso significa poder tener el control de nuestros extranjeros en el país y poder determinar las políticas públicas que el Perú necesita, básicamente en trabajo, educación, salud y justicia», precisó.

«Han sido grandes desafíos que hemos enfrentado y que no existe en ninguna parte del mundo que tenga este tipo de información migratoria como la que tiene el Perú», apuntó.

Esto incluye no solo las huellas dactilares sino fotos biométricas que se toman a cada uno de los venezolanos que ingresan al país.

Otra facilidad para aligerar la burocracia fueron actas extraordinarias de trabajo que permitían tener empleo mientras se tramitaba su PTP.

Del Águila reveló que Migraciones ha comenzado a entregar «un carné de extranjería especial» de residencia para los venezolanos a los que ya se les vence el PTP, cuyo plazo era de un año.

Sobre la exigencia impuesta el año pasado por el Gobierno peruano de exigir pasaporte a los venezolanos para ingresar a Perú, Del Águila explicó que esto no ha cerrado las puertas a ningún venezolano.

Primero porque contemplaba excepciones como mujeres embarazadas, ancianos, niños y enfermos, y también porque el resto que no entraba dentro de estos casos pedía refugio a la Cancillería.

Asimismo, confirmó que su institución está atenta a las deliberaciones que están realizando los ministerios del Interior y de Exteriores para comenzar a otorgar una visa humanitaria, cuya posibilidad fue anticipada esta semana por el canciller Néstor Popolizio ante una comisión parlamentaria del Congreso de Perú.

La ONU estima que 3,4 millones de venezolanos han abandonado su país por la crisis que atraviesa, con Colombia y Perú como los dos principales países receptores de este éxodo.