Roma – Matteo Pessina, protagonista del gol que dio el triunfo a Italia contra Gales (1-0) y que le entregó la primera plaza en el grupo A, vivió este domingo el momento más alto de su carrera, en la que se hizo un hueco en la convocatoria de Roberto Mancini estudiando los movimientos de su ídolo, el alemán Toni Kroos.

Nacido en Monza (norte) hace 24 años, Pessina se afirmó este año en el Atalanta de Gian Piero Gasperini, técnico que le dio confianza y que le entregó el papel de «heredero» del argentino Alejandro Gómez tras su fichaje por el Sevilla en enero de este año.

Su excelente fuerza física, su técnica, su ductilidad táctica, al poder jugar tanto en el doble pivote como de volante y hasta en línea de tres cuartos, le convierten en un todocampista que vale oro para el Atalanta y que también ofrece una importante alternativa a la selección italiana.

Mancini le convocó a última hora tras la lesión sufrida por Stefano Sensi y le entregó este domingo una camiseta de titular en un once repleto de rotaciones, para dar minutos a elementos que tuvieron menos protagonismo y, a la vez, permitir descansar a titulares como Nicoló Barella.

El centrocampista respondió de la mejor forma. Jugó de volante, al lado de Jorge Frello «Jorginho» y de Marco Verratti, dio equilibrio y dio muestra de su olfato goleador.

Es un excelente jugador a la hora de atacar los espacios y ya sabe lo que es marcar goles importantes. Este año ya lo hizo en las semifinales de Copa Italia contra el Nápoles y este domingo anotó el más importante de su carrera, ante los 16.000 espectadores del estadio Olímpico de Roma, en la vitrina de la Eurocopa.

En el minuto 41, Verratti colgó un centro, en una acción a balón parado, desde la banda derecha y Pessina lo remató con precisión para desbloquear el marcador.

Jugador humilde, pero de buena personalidad, creció soñando con Toni Kroos, con el que este año pudo medirse en ocasión de la eliminatoria de octavos de final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid.

«Yo al Madrid le quitaría a Toni Kroos, es el que da ritmo a todo el equipo, falla pocos pases, todo pasa por él, aunque no se note mucho porque no marca mucho, da equilibrio. Seguro que quitaría a él», afirmaba Pessina antes de enfrentarse a su ídolo, con el que también intercambió la camiseta.

Su partido terminó este domingo en el minuto 87, cuando dio paso a Gaetano Castrovilli y recibió una sentida ovación del estadio Olímpico.

Su Italia avanzó a los octavos de final como primera, por lo que viajará a Londres para jugar en Wembley contra el segundo clasificado del grupo C, uno entre Austria y Ucrania.

Lo hará cargada de energías y de entusiasmo, con centrocampistas como Nicoló Barella y Manuel Locatelli que pudieron descansar y sus reemplazos que ofrecieron una prestación de alto nivel.

Todos, elementos que aumentan la confianza de una Italia que no se pone límites, con una racha abierta de once victorias consecutivas sin recibir goles. 

JS