Roma – Frente al despoblamiento rural, el desarrollo del campo pasa por vincular, con más medios, su producción agrícola con los mercados urbanos, dijeron hoy en Roma expertos y actores sociales.
El presidente del Grupo de expertos en seguridad alimentaria del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de Naciones Unidas, Patrick Caron, matizó en un acto que, si bien el porcentaje de población rural ha disminuido a un 45 % en términos globales en 2017, su número total ha aumentado hasta los 3.401 millones.
Frente al éxodo masivo hacia las ciudades que se vio en el pasado en China o América Latina, Caron hizo hincapié en el fuerte crecimiento de la población rural en África, lo que «será decisivo para su desarrollo».
Según la ONU, cada año faltan por generar entre 7 y 10 millones de empleos en África subsahariana, donde no se ha producido la transformación rural que ha permitido salir de la pobreza a millones de personas en otros lugares.
Tras «decenios de falta de inversión pública» en las zonas rurales, Caron pidió promover políticas de ordenación territorial y articular los mercados para que el campo pueda aprovisionar de productos a las ciudades y beneficiarse de la extensión de servicios.
Suad Mahmud, representante de la Marcha Mundial de las Mujeres, destacó que en el interior de Túnez las agricultoras tienen un acceso limitado a las infraestructuras, menos probabilidad que los hombres de recibir un salario y en muchos casos sufren violencia doméstica.
Dicho movimiento ha implementado un proyecto para reforzar la capacidad de procesamiento y venta de las productoras mediante cooperativas, estrechando su contacto con la ciudad.
En Kenia, una cooperativa de lácteos comenzó hace dos décadas a comprar leche a los productores locales cuando el sector se liberalizó, explicó su jefa, Margaret Munene.
En este tiempo también les han animado a crear cuentas bancarias y les han ofrecido inseminación artificial para las vacas, educación en higiene y acceso a microcréditos.
«Para que los medios rurales sean viables, necesitamos infraestructuras, mercados, electricidad, agua potable y escuelas. Solo así la gente joven querrá seguir viviendo allí», aseguró Munene.