Tegucigalpa – Una mujer será la encargada de personificar en los cuadros vivientes de la parroquia El Calvario de Comayagüela al “demonio”, el encargado de tentar a Jesús y de representar al pecado.
-Durante el Viernes Santo todas las celebraciones conmemoran la pasión y crucifixión de Jesucristo.
-El Viernes Santo es el único día del año que la Iglesia Católica no celebra la Eucaristía ya que está conmemora la resurrección de Jesús y este día se recuerda la muerte del Hijo de Dios.
Esta responsabilidad recayó este 2023 en Nora Giselle Gutiérrez de 22 años, una joven que desde los 16 años participa en la personificación del Viacrucis de esta popular parroquia en la capital hondureña.
En una reunión se informó que la persona que por años personificó al demonio ya no lo podría hacer este año y ella preguntó si este era un papel solo para hombres.
A lo que respondieron con la petición de hacer la personificación, a lo que ella respondió que sí, narró la joven católica.
Lejos de lo que se podría creer, esta es una gran responsabilidad -dijo- ya que con su actuación se debe hacer ver a los presentes el pecado que se comete.
Su preparación ha sido constante y su compromiso con la iglesia mayor ya que se trata de uno de los principales personajes de los cuadros vivientes de esta parroquia.
Aunque su mayor reto será durante el Viacrucis de este Viernes Santos, su debut será durante la noche del Jueves Santo en la procesión del silencio.
Esta procesión recrea el momento en que Jesús fue entregado por su discípulo Judas Iscariote y su traslado hasta ser entregado a Pilato.
Este será el debut de la joven Gutiérrez quien por primera vez en Honduras dará rostro al personaje del demonio.
Para esta hondureña este es un gran reto, pero su fe la mantiene firme y con confianza para poder transmitir el mensaje de la Santa Escritura.
Aunque acepta que siente nervios, más fuerte es su fe y por ello no tiene problema en personificar al personaje más odiado de la temporada, pero sin duda de los principales de la historia religiosa.
Su afán es que la población comprenda los pecados que se cometen incluso de manera inconsciente y que estos no están de acuerdo con la voluntad de Dios.