Ginebra – La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, expresó hoy en la presentación de su informe anual ante el Consejo de Derechos Humanos su preocupación por las nuevas medidas para restringir la inmigración a Estados Unidos, que afectan entre otros a los migrantes centroamericanos.

El Protocolo de Protección a Migrantes (MPP), en vigor desde finales de enero, «restringe el acceso al asilo y a otras formas de protección de los derechos humanos, y obliga a los migrantes a esperar al otro lado de la frontera que se tramiten sus casos sin los procedimientos y salvaguardas debidos», sostuvo Bachelet.

El protocolo establece que los migrantes que piden asilo en Estados Unidos y no pueden demostrar que su vida corre peligro en México permanecerán en el país vecino mientras se procesa su petición, lo que se ha traducido en la devolución a México de personas procedentes de las caravanas centroamericanas.

La expresidenta chilena también recordó en su intervención las frecuentes separaciones de hijos y padres migrantes detenidos en Estados Unidos, y recordó que según informes del propio Gobierno estadounidense son miles de menores los afectados por estas medidas.

Bachelet analizó que las caravanas hacia Estados Unidos de migrantes procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras «pueden interpretarse como un fracaso del intento de que el desarrollo llegue a todo el mundo, con persistentes violaciones de los derechos que conducen a profundas desigualdades».

Ante ello, la alta comisionada dio la bienvenida a iniciativas de esos países y México para atender el problema de la migración, y los cambios en la política mexicana en ese sentido.

Bachelet subrayó que México «se está esforzando en cambiar políticas enfocadas en la detención y deportación de migrantes a otras centradas en la protección de sus derechos, incluyendo oportunidades para su regularización».