Jerusalén.– La presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Mirjana Spoljaric, se reunió este jueves en Israel con familiares de los rehenes que permanecen secuestrados por el grupo islamista Hamás en la Franja de Gaza, y pidió acceso a los secuestrados para la organización.
«Después de visitar Gaza, estoy en Israel para mantener conversaciones con las autoridades. Me encuentro con familias de rehenes. Se debe otorgar permiso al CICR, con detalles prácticos acordados entre las partes, para que se realicen las visitas», reclamó Spoljaric, que hace unas semanas visitó el enclave.
«Reitero: los rehenes deben ser liberados inmediatamente», indicó en un mensaje de X (antes Twitter) la presidenta del CICR, que ha recibido duras críticas por parte de las familias de los cautivos por no haber logrado acceso todavía a los rehenes para proporcionarles atención médica.
La presidenta se reunió por primera vez con representantes de las familias en el hotel Carlton de Tel Aviv, encuentro al que también asistieron el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Eli Cohen; y el de Salud, Uriel Bosso.
«Durante 69 días la Cruz Roja fracasóen su misión de llegar a los secuestrados, entregarles pruebas de vida, comprobar su estado y entregarles medicamentos y cada día que pasa es otro fracaso de la Cruz Roja», afirmó Cohen, según un comunicado difundido por el Ministerio de Exteriores.
Al hilo de la postura de las familias, Cohen también se mostró muy crítico con la acción del CICR, aunque el acceso a los rehenes en Gaza para el personal médico de la organización depende en gran medida de que Israel y Hamás acuerden medidas logísticas y de seguridad.
«Exigimos a la Cruz Roja una acción inmediata y sin demora. Este tema debe ser prioridad de la organización», instó.
El ministro acusó a Spoljaric de preocuparse más por el «desastre humanitario» en la Franja de Gaza, del que responsabilizó a Hamás, y no en Israel, «país comprometido con el derecho internacional y actúa de acuerdo con él».
Los bombardeos israelíes durante más de dos meses han provocado la muerte a unas 18.800 gazatíes, más del 70% civiles; herido a más de 50.800, y desplazado a 1,8 millones, el 80 % de la población del enclave.
Israel declaró la guerra a Hamás en la Franja de Gaza tras un brutal ataque del grupo en suelo israelí que dejó más de 1.200 muertos y 240 secuestrados, de los que aún quedan dentro del enclave 135, de los que al menos 19 se dan por muertos.