Río de Janeiro– La brasileña Vanusia Nogueira, elegida este mes como nueva presidenta de la Organización Internacional del Café (OIC), pretende revitalizar el organismo multilateral y para ello le abrirá las puertas nuevamente a EE.UU. y a Honduras, y estrechará las relaciones con el sector privado.

Nogueira, primera mujer en asumir el comando de la organización multilateral que reúne al 98 % de los países productores del grano y al 67 % de los consumidores, afirmó en entrevista telemática con Efe que ya inició conversaciones con Estados Unidos y Honduras, dos países que abandonaron la OIC, así como con importantes consumidores de Asia y Oriente Medio que nunca se han interesado en el organismo.

«Con Estados Unidos ya estamos conversando para tener una agenda bastante propositiva que pueda interesar al Gobierno (del presidente Joe) Biden», aseguró la brasileña, una experta en café, consultora de varios organismos del sector e hija y nieta de cultivadores y comerciantes del producto en Brasil, el mayor productor y exportador mundial del grano.

La especialista, que asumirá la Presidencia de la OIC en mayo, afirmó que Estados Unidos abandonó la OIC en 2018 cuando el Gobierno del presidente Donald Trump cuestionó la participación en varios organismos y acuerdos internacionales, y que en ese momento no se justificaban esfuerzos por atraerlo de nuevo.

«Pero nuestra idea es montar una agenda que tenga sentido para el Gobierno de los Estados Unidos y que beneficie a los consumidores estadounidenses», afirmó al referirse a los esfuerzos que hará para atraer de nuevo al país que es el mayor consumidor mundial de café.

En cuanto a Guatemala, afirmó que fue otro abandono emblemático por tratarse de un país referencia mundial en los granos especiales.

«Pero ya estoy dialogando mucho con los líderes de Guatemala. Ellos se retiraron por considerar que la organización no los apoyaba en la crisis de los precios, pero podemos hacer muchas cosas juntos», afirmó.

Según Nogueira, la organización no ofrecerá una solución automática a todos los problemas pero sí puede hacer mucho por darle valor al grano de los países de América Central.

Dijo igualmente sentirse incómoda por la ausencia en la organización de importantes países consumidores, entre los que mencionó la mayoría de Asia, los de Oriente Medio, «que hoy son importantes consumidores», y los de Oceanía.

«Quiero desde un comienzo hacer esfuerzos para sentarme con ellos y entender por qué no están, lo que falta para que puedan estar, y poder construir una agenda conjunta que pueda atraerlos», afirmó la brasileña, que aprovechará los numerosos vínculos que tiene con los sectores privados de esos países para que le sirvan de interlocutores con sus respectivos gobiernos.

La presidenta electa de la OIC afirmó que otra de sus metas para darle mayor dinamismo al organismo es acercarse al sector privado.

Explicó que la organización cuenta desde 2020 con una «fuerza tarea» que reúne a gobiernos, empresas y organizaciones no gubernamentales y que el nuevo Acuerdo Internacional del Café, negociado en el marco de la OIC y que puede ser aprobado en la reunión de marzo, prevé la integración del sector privado en la organización como miembro.

«Con el sector privado como miembro asociado de la organización podremos sentarnos para discutir proyectos y buscar soluciones conjuntas y comenzar a dividir las tareas de lo que los gobiernos pueden y lo que el sector privado puede hacer directamente, y cómo coordinar para que cada uno desarrolle su parte», dijo.