Moscú.- El presidente del Comité de Investigación (CI) de Rusia, Serguéi Bastrikin, ha propuesto el registro obligatorio de los datos genéticos de los migrantes laborales provenientes de las antiguas repúblicas soviéticas.

«Es necesario someter al registro obligatorio de datos genéticos a todos los migrantes laborales que lleguen a Rusia del entorno próximo (termino acuñado para designar a las antiguas repúblicas soviéticas)», dijo Bastrikin en una entrevista publicada hoy por la agencia Interfax.

El CI es un institución judicial que depende directamente del presidente ruso, Vladímir Putin.

Según la legislación vigente, el registro obligatorio de datos genéticos se aplica solo a personas condenadas a penas de prisión por delitos graves y todo tipo de delitos de carácter sexual.

Bastrikin indicó que los asuntos migratorios se regulan por un centenar de normativas, por lo que es necesario «codificar la legislación migratoria».

Subrayó que los servicios fronterizos y las fuerzas de seguridad deben incrementar su coordinación con el fin de llevar a cabo un control más eficaz de los procesos migratorios.

«Estas medidas endurecerán el control de estos procesos y permitirán poner una barrera adicional a los elementos criminales y facilitarán a la policía el esclarecimiento de los crímenes que cometan», añadió el presidente del CI.

La iniciativa de Bastrikin coincide con una notable caída del número de migrantes laborales que llegan al país, descenso provocado por la pandemia de covid-19.

Según un estudio realizado por expertos de la Academia de Economía Nacional y Administración Pública de Rusia (Ranepa), en el primer trimestre del año el número de migrantes laborales disminuyó en un 30 %.

Si en 2019 el número de trabajadores extranjeros en Rusia fluctuaba, dependiendo del mes, entre 9,6 y 11,2 millones, el año pasado las cifras fueron de entre 7,1 y 10,3 millones.

A finales de marzo pasado el Ministerio de Construcción de Rusia indicó que en las obras había un déficit de 1,2 millones de trabajadores.

El viceprimer ministro Marat Jusnulin ha advertido de que Rusia necesitará captar no menos de 5 millones de trabajadores para el sector de la construcción para el periodo hasta 2024.