Washington – Un legislador demócrata y otro republicano presentaron este lunes un proyecto de ley que permitiría la repatriación y un mecanismo para la obtención de ciudadanía de veteranos militares que han sido deportados.
«Si alguien está dispuesto a poner en juego su vida para la defensa de esta gran nación y de nuestros valores, debería tener la posibilidad de convertirse en ciudadano estadounidense2, dijo el representante republicano Don Young, de Alaska.
Por su parte el representante Vicente González, demócrata de Texas, dijo que «es inexcusable que Estados Unidos deporte a sus veteranos en lugar de darles la ayuda que necesitaban».
En caso de aprobarse esta medida, que ya fue presentada sin suerte en 2019 por González, vendría a dar base legislativa al nuevo esfuerzo de la administración del presidente Joe Biden, de permitir que los veteranos deportados y sus familiares regresaran a Estados Unidos.
A primeros de este mes, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, ordenó a las agencias de inmigración que tomen medidas para garantizar que los veteranos elegibles puedan regresar a Estados Unidos.
El proyecto de ley lleva el nombre del mexicano Carlos Jaime Torres, quien falleció en diciembre de 2018 a los 64 años de edad en Reynosa (México) y sus restos fueron sepultados en el Cementerio de Veteranos de la ciudad texana de Mission.
Torres, quien había sido traído a Estados Unidos por su familia cuando era niño, creció en California, se presentó como voluntario para ir a la guerra de Vietnam.
En 1976, Torres fue dado de baja de manera honorable después de cuatro años de servicio militar. En 1994 fue condenado por posesión de marihuana, cumplió una sentencia de cuatro años y fue deportado en 2010.
En 2016 la Unión de Libertades Civiles (ACLU) publicó un informe con los casos de decenas de veteranos deportados o que encaraban la deportación, muchos de ellos por la comisión de delitos menores después de su servicio militar.
El viernes pasado en Los Ángeles, California, el exinfante de Marina, Héctor Ocegueda, se convirtió en ciudadano estadounidense al término de casi una década de querellas judiciales.
Ocegueda, ahora de 53 años de edad, fue traído a Estados Unidos desde México cuando era niño, prestó servicio en la Infanteria de Marina desde 1987 a 1991, y pasó otros cuatro años en la reserva hasta que fue dado de baja de manera honorable.
En 2000 fue deportado a México después que fue condenado por conducir, intoxicado, un vehículo.
El proyecto de ley de González y Young permitiría que los veteranos deportados, que fueron dados de baja de manera honorable cumplan en el exterior el trámite para la obtención de la ciudadanía estadounidense.
Esto excluye a los que hayan sido condenados por crímenes como homicidio voluntario, asesinato, violación abuso sexual de menor, abuso infantil o terrorismo.
Asimismo ordenaría al Departamento de Justicia para que cancele o rescinda las órdenes de deportación que afecten a cualquier veterano elegible para este trámite.