Washington, (EEUU).- (Especial para “Proceso Digital- Por Alberto García Marrder).
Durante cuatro años, Donald Trump nos ha estado dando, a los periodistas, material inflamable para dejar perplejos a nuestro electores. Es un personaje imprevisible, irascible y temperamental. Ideal para la prensa y para los que hemos escrito decenas de crónica sobre el presidente saliente.
Y me pregunto, con cierta ansiedad: ¿De qué vamos a escribir los periodistas cuando salga de la Casa Blanca, por última vez, antes del 20 de enero?
El presidente electo, el ex vicepresidente demócrata Joe Biden, tomará posesión (se espera) ese día, después de haber ganado las elecciones del 3 de noviembre.
Biden tendrá entonces 78 años y será el presidente de mayor edad en ocupar la Casa Blanca, en un primer mandato. Es serio, honesto y sosegado. Y no insulta ni desprecia a sus rivales. Todo lo contrario de Trump.
En pocas palabras, dará poca cancha informativa y su gobierno será sin sobresaltos, no como el de Trump. Eso será bueno para el país.
A pesar que buena parte, no todos, en esta capital está deseando que Trump se vaya, los periodistas lo vamos a echar en falta. Nuestras crónicas echaban chispas cuando escribíamos sobre sus amenazas, disparates y fanfarronadas.
Hay que reconocer que la prensa tiene mucha culpa de haber creado el irrepetible personaje de Trump y de haber permitido que organizara la agenda del día. Cuando, precisamente, había calificado a los medios (prensa y televisión) como sus enemigos número uno y de acusarles que solo difunden “fake news” (noticias falsas).
Sus dardos iban dirigidos, especialmente, contra los diarios “The Washington Post” y el “The New York Timnes”, muy críticos con Trump.
Y en televisión, contra la cadena de noticias CNN, que no le perdona nada al presidente.
Los dos diarios tienen equipos de periodistas dedicado al “fact-checker”, a detectar las falsedades, exageraciones y alegaciones engañosas que dice Trump cada día. Y no dan abasto.
Según el “The Washington Post”, hasta el 27 de agosto, el presidente había dicho 22,247 mentiras en 1,316 días de su gobierno. A un promedio de casi 17 al día.
Tanto “The Washington Post” y “The New York Times” han triplicado, en los cuatro años del “jalón periodístico” que da Trump, el número de subscriptores de pago de sus versiones digitales. El primero tiene un poco más de tres millones y el segundo, seis millones. Me incluyen a mí que tengo ambos.
Gracias a sus criticas constantes a Trump, la CNN ha visto aumentar considerablemente su audiencia y tiene contratados también a especialistas para contrastar y detectar alegaciones incorrectas por parte de Trump.
Otra cadena de televisión que ha visto muy incrementada su audiencia, también gracias a Trump, ha sido Fox News. Tanto que es ahora la más vista en los horarios de noche en Estados Unidos. Pero por diferentes razones.
Durante los últimos cuatro años, ha sido la única cadena que ha apoyado ciegamente (y fervientemente) a Trump y era la única que miraba el presidente en la Casa Blanca. Y a él le gustaba entrar en directo, especialmente en el programa matutino “Fox and Friends”.6- FOTO ….Fox News…
Pero ese “noviazgo”, se acaba de romper y de una manera muy drástica. Porque Trump reclama lealtad absoluta y no perdona cualquier deslealtad. Por muy leve que sea.
En la noche de las elecciones del 3 de noviembre, Fox News fue la primera cadena de televisión y la única, en declarar, a Biden ganador en el estado de Arizona, cuando aún no había un recuento final de los votos por correo.
Los dos hijos mayores de Trump, hasta el mismo, llamaron a los directivos de la cadena para revertir esa decisión, sin éxito alguno. Dos semanas después, se confirmó que Biden había ganado Arizona.
Desde entonces, Trump ha declarado la guerra a Fox News y no se cansa de recordarles- y con razón- que gracias a él han subido en audiencia.
Y por eso, es pertinente la pregunta: ¿Van a poder sobrevivir la CNN y la Fox News sin Trump? Si, pero no será lo mismo sin la gallina de los huevos de oro. O mejor dicho, el gallo de oro, con cresta dorada.