Fotografía cedida por el Servicio Nacional de Migración Panamá que muestra a ciudadanos nicaragüenses haciendo fila en un puesto migratorio este lunes, en el paso fronterizo de Paso Canoas (Panamá). EFE/ Servicio Nacional de Migración Panamá

Panamá – Un quinto grupo de 88 nicaragüenses salieron este miércoles de Panamá, donde estaban sin medios de vida por la pandemia de la COVID-19, para regresar a su país de origen, pero aún quedan 422 esperando en la frontera con Costa Rica, informaron las autoridades de migración panameñas.

Los ciudadanos nicaragüenses intentan desde hace semanas regresar a su país, en un viaje que requiere de coordinaciones entre Panamá, Costa Rica y Nicaragua, tras quedarse sin recursos en el país a causa de las crisis generada por la pandemia.

Con la partida de 88 nicaragüenses por el paso fronterizo de Paso Canoas, entre Panamá y Costa Rica, aún quedan 422 personas esperando divididos entre un estadio de fútbol (153) y un albergue en Jacú (269), ambos en la provincia limítrofe de Chiriquí.

Los primeros cuatro grupos, con un máximo de 100 personas por viaje según determinó el Gobierno de Nicaragua, partieron hacia su país en las últimas semanas. Hasta la fecha, suman 428 los nicaragüenses que han retornado desde Panamá.

El Gobierno de Nicaragua determinó que sus ciudadanos podrán retornar desde Panamá organizados por centenar, dándole prioridad a las mujeres, niños y personas con condiciones médicas especiales, de acuerdo con la información oficial panameña.

A principios de julio, un millar de ciudadanos nicaragüenses intentó salir de Panamá en una caravana de autobuses, lo que fue impedido por las autoridades a falta de los permisos y la coordinaciones necesarios.

El Servicio Nacional de Migración de Panamá ha dejado claro que «no se permitirán nuevas escaramuzas o actividades como estas» de armar caravanas para salir del país sin las coordinaciones previas, y que quienes las fomenten «serán sometidos a las leyes panameñas».

Las fronteras centroamericanas están cerradas, en su mayoría desde marzo pasado, como parte de las medidas para frenar la pandemia del nuevo coronavirus.

Panamá, el país más afectado de Centroamérica, vive una escalada de casos en las últimas semanas con 48.096 contagios y 960 fallecimientos hasta la fecha, lo que ha provocado una saturación en los hospitales públicos y privados de todo el país.

Las autoridades sanitarias retomaron la cuarentena total los fines de semana en las dos provincias más afectadas, entre las que se encuentra la capital, con el fin de frenar la propagación del virus en el país.