Tegucigalpa – La semifinal del torneo Apertura de Honduras iniciará este sábado con el juego entre Real España y Olimpia, rivales que tienen en común el hecho de ser dirigidos por entrenadores uruguayos que, además, han ganado campeonatos en el país centroamericano.
En la segunda llave de la semifinal, el Platense recibirá el domingo al Motagua, que desde hace cinco años dirige el argentino-hondureño Diego Vázquez.
De local en San Pedro Sula, el Real España, que tiene como timonel al uruguayo Martín García, recibirá al Olimpia, que en el banquillo tiene a su compatriota Manuel Keosseián, quien ha levantado varias copas con el Marathón.
El Real España, que en las primeras dos vueltas del torneo tuvo muchos altibajos, entró en el quinto lugar a la repesca en busca de su fase a la semifinal, mientras que el Olimpia se ganó ese derecho por reglamento al ser segundo.
Los jugadores del Real España llegan a la semifinal sabiendo que su técnico, al margen de ganar o no el campeonato, ya no seguirá con el club, porque Martín García con anticipación dijo que lo dejará en diciembre. La razón, el bajo rendimiento del equipo en el torneo.
García reiteró la semana pasada que es un hombre de una sola pieza y que no retrocederá en su decisión, aunque esta semana algunos de los jugadores han indicado que están intentando convencerlo para que siga con el Real España.
La última copa -la doce- del Real España, que en la repesca del Apertura eliminó al Marathón que dirige el argentino Héctor Vargas, la ganó de la mano de Martín García.
Diferente es la situación de Manuel Keosseián, que llegó al Olimpia cuando faltaban pocos partidos para que finalizaran las dos vueltas regulares, el equipo estaba en primer lugar y en condición de único invicto con Nahum Espinoza como técnico.
Pero Espinoza no soportó las exigencias de algunos aficionados y un sector de la prensa que le exigían un mejor juego al club, el más popular del fútbol hondureño y el que más copas ha ganado, 30 desde que se fundó la Liga Profesional de Fútbol, hoy Liga Salva Vida, en 1964.
Los aficionados se olvidaron que hace unos pocos años, con Espinoza en el banquillo, el Olimpia ganó tres campeonatos consecutivos.
Con Keosseián, el Olimpia no solo perdió el invicto, sino que también cayó al segundo lugar al cierre de las dos vueltas, pero eso fue suficiente para sellar boleto a la semifinal.
El domingo, el Platense que cerró en sexto lugar al finalizar las dos vueltas regulares y logró pasar a la semifinal eliminando al Universidad Pedagógica, que había entrado como tercero a la segunda fase, recibirá al Motagua.
El Platense, que en 1965 fue el primer campeón de la Liga y tiene en su escaparate solamente dos títulos, sueña con pasar a la final del Apertura ante un Motagua que ha sido el más constante en el torneo, en el que ganó once partidos, empató cuatro y perdió tres.
El Motagua también se apuntó como primero en la semifinal como el club con menos goles recibidos, 11 en 18 partidos y uno de los clubes que más anotó, 28.
El Motagua, con su sede en Tegucigalpa, donde tiene como vecino al Olimpia, llega a la semifinal con un Diego Vázquez que el jueves cumplió cinco años bajo la dirección del club, al que ha hecho campeón tres veces.
Vázquez, quien además como portero del Motagua fue campeón en cinco ocasiones, le ha puesto su sello al segundo equipo hondureño en afición y en títulos.
El Motagua tiene 15 campeonatos en su historial y el domingo ante el Platense saldrá en busca de una nueva final con la idea de ganar la 16.
Los juegos de vuelta Olimpia-Real España y Motagua-Platense se jugarán el 1 y 2 de diciembre, ambos en Tegucigalpa.