Tucson (AZ) – Activistas caminaron el lunes por las calles de Tucson en memoria de los inmigrantes que han muerto en la frontera de Arizona, donde en los últimos 20 años han perdido la vida más de 3.800 personas.
Con velas en las manos, los participantes recordaron aquellos que han fallecido en su intento por lograr una nueva vida tras cruzar el desierto, donde solo este año han fallecido hasta la fecha 181 inmigrantes.
Faltando menos de dos meses para finalizar 2020, este podría ser uno de los años más letales para desde 2010, cuando se reportaron 222 fallecimientos y muy por encima de las 144 muertes contabilizadas en 2019.
Todas estas cifras están basadas en datos oficiales de la Oficina del Médico Forense del Condado Pima.
«Estos números solo vienen a ratificar lo que siempre hemos dicho, mas militarización de la frontera es igual a más muertes», dijo a Efe Isabel García, directora de la Coalición de los Derechos Humanos de Arizona, grupo que organizó la caminata que este año cumple dos décadas.
Desde el año 2000, la coalición ha contabilizado un total de 3.824 migrantes fallecidos, de los cuales más de la mitad nunca han sido identificados.
Por primera vez este año, los voluntarios caminaron por las calles con velas las cuales llevaban el nombre del migrante fallecido o simplemente «desconocido» o «desconocida».
En años anteriores, la coalición ha construido cruces de madera para recordar a los migrantes pero debido a la pandemia y para evitar poner en riesgo a los voluntarios optaron solo por portar las veladoras.
La caminata fue solemne y coincidió con la celebración del Día de los Muertos, una celebración mexicana para honrar a los fallecidos que se remonta a la era prehispánica y que tras la conquista se mezcló con las fiestas católicas.
«Es triste pensar en tanta gente que ha muerto y que quizás aun su familia ni siquiera lo sabe», dijo a Efe María Soto, una de las participantes.
La caminata finalizó en «El Tiradito», en el centro de la ciudad, donde se instaló un altar por el Día de Muertos con flores, velas y comida. En el centro del altar se colocó una fotografía en la que muestra unas zapatillas en blanco y negro y donde se lee la leyenda «¿Adónde iban?».
El altar estaba rodeado de velas con algunos nombres de migrantes fallecidos en el desierto.