Los Ángeles.- La comunidad de Little Mexico, en Dallas (Texas), encara este sábado uno de los aniversarios más dolorosos relacionados con la brutalidad policial contra uno de sus miembros -la muerte del niño Santos Rodríguez-, sin que se haya logrado erigir un monumento en honor a la víctima 48 años después de su muerte.

El 24 de julio de 1973 este asentamiento de inmigrantes mexicanos fue conmocionado por el asesinato de Santos Rodríguez, de 12 años, a manos de un policía.

El incidente comenzó cuando dos agentes llegaron al vecindario para investigar el robo de ocho dólares de una máquina expendedora en una gasolinera del área.

Santos y su hermano David, de 13 años, ambos residentes de esa comunidad, fueron señalados por los agentes como los principales sospechosos y sacados en la madrugada de su casa adoptiva. Los agentes no presentaron ninguna orden de arresto al guardián de los menores.

Los hermanos fueron esposados y puestos dentro de un coche patrulla de policía.

Tratando de obtener una confesión, el agente Darrell Cain sacó su revólver, le retiró las balas, verificó visualmente el arma y –según testificó después– no vio que quedaran cartuchos en el cilindro. A continuación comenzó a jugar ruleta rusa con los menores.

El oficial apuntó con el arma a la cabeza de Santos, quien estaba en el asiento delantero del auto, y tiró del gatillo. Pero no logró ninguna confesión. Los niños sostuvieron que eran inocentes y el agente decidió mantener la presión.

Cain tiró de nuevo del gatillo, pero esta vez se produjo una detonación. La bala atravesó la cabeza de Santos, matándolo instantáneamente frente a su hermano, que estaba en el asiento trasero. Santos murió esposado.

La tragedia conmocionó a la ciudad y dejó en evidencia los atropellos de la policía contra la comunidad mexicoestadounidense. Cuatro días después de la muerte de Santos las protestas se hicieron escuchar en el ayuntamiento de Dallas. Los disturbios resultantes dejaron al menos cinco policías heridos.

El jefe de policía de Dallas de ese entonces, Frank Dyson, presentó cargos de asesinato contra Cain.

Para la época del asesinato se considera que había unos 80.000 latinos en Dallas, dijo a la radioemisora NPR Albert Valtierra, director de Dallas Mexican American Historical League. La segregación en escuelas y trabajos aún existía en la ciudad.

En octubre de 1973, Cain fue hallado culpable de asesinato y, pese a los pedidos de Justicia, sentenciado a solo cinco años de prisión por un jurado compuesto exclusivamente por blancos. Fue liberado después de cumplir solo la mitad de la condena.

Durante décadas ni la familia Rodríguez ni la comunidad recibieron una disculpa, como tampoco una indemnización. David, el hermano de Santos, tampoco recibió apoyo psicológico.

No fue sino hasta 2013, cuando se cumplieron 40 años de la muerte de Santos, que el entonces alcalde de Dallas, Mike Rawlings, pidió disculpas.

«En nombre de los ciudadanos de Dallas, en nombre del Ayuntamiento de Dallas, en nombre del Departamento de Policía de Dallas, nos disculpamos de todo corazón por la muerte de este hombre”, dijo entonces Rawlings.

En estos años los esfuerzos de organizadores y activistas han logrado establecer en el Pike Park el Centro Santos Rodríguez. Precisamente en ese lugar se espera que en septiembre próximo sea instalada una escultura del artista Seth Vandable en honor al niño asesinado.

La obra, de unos seis pies (1,8 metros) de altura, representa la figura de Santos. En la mano izquierda de la efigie el escultor permitió que la madre del menor, Bessie Rodríguez, pusiera su huella.

Este sábado una caravana partirá desde el Parque Pike para visitar la tumba del niño.