Tegucigalpa – Las recientes reformas legales en las que se han reducido las penas en muchos delitos contemplados en el nuevo Código Penal, han sido un detonante del delito de extorsión en Honduras.
Así lo manifestó este martes el subdirector de la Dirección Policial Antimaras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (DIPAMPCO) Eduardo Lanza, quien pidió a la población contribuir al combate de este delito a través de sus denuncias.
“Aquí en Honduras reformamos leyes a favor de muchos temas de ilícitos penales, que no se tuvieron que haber reducido las penas o en su defecto cambiado la figura penal”, expresó a periodistas en Tegucigalpa.
La extorsión es un delito a instancia de partes, es decir, las personas deben denunciar el delito y lo pueden hacer de manera anónima pública, pero debe existir la denuncia, enfatizó.
El delito de extorsión no es como el narcotráfico o portación ilegal de armas, donde la víctima es la salud pública o la seguridad interior del país, en otras palabras el Estado.
En el delito de extorsión existe una víctima y se requiere de la denuncia, a eso se llama instancia de partes, continuó.
No obstante, insistió que las reformas legales establecidas en el nuevo Código Penal son un detonante para el delito de la extorsión.
Reflexionó que ahora un extorsionar puede purgar una menor pena y salir rápidamente de una cárcel para seguir delinquiendo, eso es un motivante lejos de ser una medida firme en contra del combate y prevención del delito.
Cabe mencionar que actualmente muchas rutas del transporte público y privado se encuentran paralizadas a causa de la extorsión.
La extorsión consiste en obligar con violencia o intimidación a otra persona a realizar u omitir un acto o negocio jurídico en perjuicio de su patrimonio o del de un tercero.
En ese sentido, grupos delictivos exigen a los transportistas cobros a cambio de seguridad y dejarlos operar en las rutas ya establecidas.